Un megaresort de lujo que se extenderá a lo largo de 40.000 metros cuadrados, con 13 piscinas (11 exteriores y dos interiores), cinco restaurantes y un gimnasio con sauna. Éste es el proyecto promovido por la compañía Zafiro Hotels que ha echado a andar en la localidad costera de Camp de Mar (Andratx).

Las obras del Zafiro Palace Andratx empezaron el mes pasado, y ya han activado la voz de alarma ecologista por el impacto que supondrá el nuevo complejo. La portavoz del GOB, calificó este miércoles la infraestructura como "un nuevo Canyamel", en alusión al Park Hyatt.

La inauguración del complejo hotelero, que estará situado junto al Club de Golf de Andratx, se anuncia para 2020, como un nuevo "cinco estrellas moderno, innovador" y con servicios concebidos para lograr unas "vacaciones únicas y privilegidas", según destaca la compañía hotelera.

Las obras se encuentran actualmente en la fase de excavación, tal y como explicó a este diario el regidor de Urbanismo y Licencias de Actividades de Andratx, Jaume Porsell, quien refirió que la licencia fue aprobada por la junta de gobierno local ya que tiene delegadas las competencias urbanísticas.

Técnicos municipales

Porsell detalló que los técnicos municipales analizaron "profundamente" el proyecto presentado por Zafiro. "Los técnicos estuvieron muy encima", remarcó. Finalmente, en noviembre, se concedió la autorización definitiva para este resort que contará con unas 600 plazas hoteleras repartidas en nueve edificios, según informó el regidor andritxol.

Los anuncios promocionales inciden en datos como el hecho de que todas las habitaciones serán de categoría suite o superior. Además, algunas de ellas contarán con piscina privada en la terraza ('plunge pool').

Postura ecologista

Desde las organizaciones ecologistas, calificaron de "bestial" el proyecto. Margalida Ramis, del GOB, aseguró que ya venían advirtiendo hace tiempo de "este tipo de 'regalitos' en los planeamientos municipales". "El problema es que estos planes no se revisan, y después pasa lo que pasa", argumentó Ramis, quien anunció que pedirán una copia del expediente para analizarlo en profundidad.

Por su parte, el colectivo Terraferida alertó contra el impacto que tendrá la nueva infraestructura. "Tendrá un consumo de agua brutal, y supone incrementar en más de un 10% las plazas turísticas actuales (unas 5.700)", arguyó en redes sociales.

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