En la noche del domingo al lunes se produjo un nuevo vertido de aguas fecales en Can Picafort. Se originó en la estación de bombeo de aguas sucias de Son Bauló y fue a parar al mar.

Una avería eléctrica fue la causante del incidente, que originó la indignación vecinal, una vez más. Alguno de los residentes manifestó a este diario que "estas emisiones están siendo demasiado frecuentes. No sólo contaminan el agua del mar sino que degradan el vecindario con mala imagen y peores olores".

La avería eléctrica ocasionó la parada de las bombas impulsoras y el agua fecal se desbordó. Durante más de seis horas no hubo suministro de energía por lo que el Ayuntamiento achicó el agua sucia mediante camiones cisterna en un intento de evitar que fuera a parar al mar.

En esta ocasión la avería se produjo en la subestación de Can Picafort. Una rata provocó un cortocircuito y hasta que fue reparado no se restableció el suministro.

Los vecinos dirigen sus airadas quejas ante el Ayuntamiento por las evidentes molestias que padecen. Cabe recordar que esta es la segunda ocasión en que ocurre en menos de treinta días.

No obstante, el alcalde, Joan Monjo, responde visiblemente contrariado que "se trata de una competencia de Abaqua, que por responsabilidad llevamos nosotros a cabo y por la que nos adeudan mucho dinero en mantenimiento. El Govern prefiere dar subvenciones a inmigrantes antes que afrontar sus obligaciones".