Los vecinos de Son Bauló (Can Picafort, Santa Margalida) y los movimientos ecologistas dieron este martes la voz de alarma por un vertido de aguas fecales en un tramo de esta costa tan frecuentado en estos meses de verano. El alcalde de Santa Margalida, Joan Monjo, explicó que se había producido una avería en una estación impulsora, pero que se había arreglado enseguida.

Uno de los testimonios que corrió como la pólvora en las redes sociales alertó de que se estaba vertiendo al mar material orgánico de todo tipo, incluyendo toallitas y papel higiénico. El mensaje del vecino fue recogido por la organización ecologista GOB, que, a su vez, dio difusión a estos hechos que han afectado en los últimos días a otros puntos del litoral mallorquín como en las playas de Palma, que suelen sufrir problemas con las aguas residuales que desembocan en el mar, sobre todo después de los días de tormenta.

Consultado sobre lo sucedido en el núcleo de Son Bauló, el alcalde de Santa Margalida explicó que en torno a las once de la mañana se había producido una avería en una estación de impulsión, como consecuencia de la tormenta eléctrica que se había registrado.

Monjo explicó que, a raíz de ese fallo, se había producido un vertido fecal al mar. El alcalde enfatizó que, enseguida que tuvieron noticias de estos hechos, procedieron a arreglar la avería, por lo que negó que en ningún momento se hubiera producido una negligencia. Monjo restó también importancia a la magnitud del vertido.