Estatutos, votaciones, precios de venta. Materiales, cuotas de socio y posibles beneficios. Calcular para aprender, conocer para poder poner en marcha una cooperativa, trabajar en el proyecto y lograr, en definitiva, la práctica a través del esfuerzo y la ilusión. Ese es a grandes rasgos la iniciativa puesta en marcha por los dos grupos de quinto curso de educación primaria del colegio Mestre Guillem Galmés de Sant Llorenç, quienes este lunes comprobarán con clientes reales, si la teoría y sus productos agradan al gran público.
Será la prueba de fuego de las dos cooperativas que se originaron a principios de curso para que, al mismo tiempo que los alumnos aprenden a montar un negocio, puedan trabajar en él a partir de las distintas materias de un curso normal, como lengua a la hora de redactar estatutos y pedir permisos municipales, hasta las matemáticas necesarias para saber los posibles beneficios que podrían obtener si lo vendieran todo, después de la inversión inicial.
Como toda buena iniciativa productiva, lo primero era tener un nombre, un logotipo y, en este caso, una entidad solidaria sin ánimo de lucro a la que destinar el 10% del beneficio que se obtenga. El primero grupo de quinto es la Cooperativa Cart (mezcla del cardo, símbolo del pueblo, y la palabra arte), quien ha elegido la ONG Sonrisa Médica como aliado. "Empezamos por la fase de preparación, cuando hicimos un estudio de mercado y determinamos entre todos qué productos podíamos hacer", explica Ariadna Amor, quien junto a Claudia Moya y Antònia Santandreu forman el gabinete de prensa. Un organigrama estructurado que tiene también un presidente, un secretario y un tesorero.
A partir de una inversión inicial de cinco euros por socio han conseguido fabricar con meticulosidad desde portavelas, hasta móviles o pulseras de colores. Desde cinco céntimos hasta tres euros. Han calculado que si lo venden todo obtendrán 214,80 euros, lo que después de devolver cuotas y hacer donaciones dejaría un beneficio neto de 9,3 euros, que tienen previsto invertir en una comida o cena conjunta.
Las responsables de prensa de Cooperativa Cart. S. SANSÓ
La otra cooperativa infantil se llama Copekids, y tiene previsto donar parte del beneficio derivado de la venta de portapapeles, capuchones para lápices o puntos de libro, a la asociación Tip-Tap. Su logo, una gran 'P' multicolor con una 'C' en medio, será el distintivo que les representará en el mercado que este lunes se celebrará en la plaza de sa Bassa de Manacor y para el cual ambos grupos ya tienen el permiso de venta municipal, señala Jordi Femenias, presidente de Copekids, quien asegura, junto a Marc Parejo y Adaia Amor (del gabinete de prensa) que tanto el nombre como los productos han pasado por el tamiz democrático.
Para poder tener más clientela potencial, además de los posibles clientes que pasen por el centro de Manacor, ambos quintos han invitado a las escuelas locales del Molí den Xema, Sa Torre o Sant Francesc, para que pasen y comprueben la calidad de sus creaciones.
La iniciativa nace a raíz de una propuesta conjunta entre las consellerias de Educación y Comercio, a través del ICAPE (plan integral de impulso a las capacidades emprendedoras en educación) dentro del programa Aprendre a la Meva Escola; y el IDI (instituto de innovación empresarial), explican las tutoras, Apolonia Galmés y Marian Pol, quienes constatan el gran trabajo y la implicación demostrada por sus alumnos a lo largo de las sesiones semanales dedicadas a sus particulares 'empresas'.
