Síguenos en redes sociales:

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Marga Mairata expone imágenes de Kenia en Pòrtol.miquel bosch

Entrevista

Marga Mairata: "Cuando vivía en Kenia visitaba un safari al menos una vez al año"

Natural de Pòrtol y colaboradora de diversas ONG, Marga Mairata ha vivido por motivos laborales durante ocho años en Kenia, concretamente en Malindi, ciudad turística costera de 170.000 habitantes. Actualmente trabaja en Italia en una empresa que se dedica a curaciones orgánicas a base de comida sana, sin sal y sin proteínas animales para favorecer la depuración y la limpieza orgánica. Ahora expone fotografías del país africano con fines solidarios.

„¿Por qué viajó a Kenia?

„Fui a realizar mi formación para le empresa en la cual trabajo y a abrir un pequeño centro de la misma empresa en Malindi.

„¿Cómo conoció la organización Atkye?

„Ya en Kenia me hablaron de esta organización y del trabajo que desarrollaba en el país a favor de los niños que no tienen suficientes recursos para estudiar pero tienen posibilidades. Esta asociación sufraga sus gastos. Tiene su sede central en Lugano (Suiza), me interesé por el tema y me presentaron a Esther Stella, responsable de la asociación en Kenia. Después iniciamos una colaboración entre nuestros clientes interesados en colaborar de una manera u otra con la Atkye.

„¿Cómo viven los keniatas?

„El turismo de safari da mucho trabajo a la gente local pero a pesar de ello hay mucha pobreza.

„¿Las fotos que están expuestas en Pòrtol, a qué zona corresponden?

„Todas ellas son amaneceres de la localidad donde vivía, Malindi. Las realizaba en mis paseos matutinos a los pescadores de la zona cuando salían a faenar.

„¿Durante los ochos años de su estancia en Kenia tuvo algún problema?

„Ninguno, era una zona tranquila y con mucho turismo. Eso sí, los atentados islamistas de Nairobi hicieron mucho daño al flujo de turistas, que decreció de una manera espectacular afectando directamente a nuestra empresa al descender el número de turistas que visitaban Malindi. Tanto es así que a pesar de continuar el centro abierto, a mí me trasladaron a Italia.

„¿Durante estos ocho años, ha realizado algún safari?

„Allí es muy fácil realizar un safari. Yo visitaba al menos uno cada año.

„¿Qué sensacion tenía al dormir en una tienda de campaña, en medio de la sabana?

„Son sensaciones que no se pueden describir. Hay que vivirlas en primera persona, me acuerdo que en uno de los safaris, en plena noche, oí el rugido de un león que llamaba a los otros. Por la fuerza del rugido parecía que estaba en el centro del campamento. Por la mañana, al salir de las tiendas, pudimos ver a escasos 200 metros una manada de leones que estaba devorando un búfalo que habían cazado durante la noche. Los rugidos que escuchamos eran una llamada para el festín.

„¿Cómo son los safaris en Kenia?

„Son únicamente para observar a los animales salvajes en su hábitat natural. Está totalmente prohibido bajar de los vehículos, tanto por el peligro que conlleva como para evitar molestias a los animales de la sabana. Allí se pueden ver en total libertad leones, elefantes, cebras, jirafas... La caza está prohibida actualmente.

„¿Los nativos cazan algún animal que puede atacar a sus rebaños?

„No, el pueblo Massai, que hoy son pastores nómadas y tienen rebaños de ovejas, bueyes, vacas y cabras, no matan a los animales a pesar de que sus rebaños sufren ataques. Existen organizaciones estatales que les compensan económicamente por el importe del animal muerto en el ataque para evitar que los Massai, que fueron un pueblo guerrero, maten a los leones u otros animales salvajes.

„¿La reciente exposición de fotos sobre Kenya tuvo éxito?

„Sí, vino mucha gente que adquirió fotos, incluso de una vendí unas 27 copias. La exposición estará abierta hasta finales de octubre en la misma peluquería de la calle Verge del Carmen de Pòrtol. Quiero dar las gracias tanto a la propiedad de la peluquería como a todas aquellas personas que me ayudaron en el montaje.

„¿Volvería a vivir en Kenia?

„Sin lugar a dudas, me gustaría mucho volver. Fueron ocho años de una experiencia inigualable tanto por el trato de los keniatas como de las personas que compartían la vida en Malindi.

Esta es una noticia premium. Si eres suscriptor pincha aquí.

Si quieres continuar leyendo hazte suscriptor desde aquí y descubre nuestras tarifas.