¿A quién no le encanta el sabor a fresa, especialmente en primavera o verano? En nuestros mercados encontramos la fresa que llega a nuestra isla de distinta procedencia, principalmente de la región andaluza, donde Huelva es la principal productora y exportadora del mundo. Pero también podemos tener el privilegio de consumirla cultivada en Mallorca. Y lo cierto es, que esta última nos ofrece un aroma y un sabor diferentes.
La fresa (fragaria o frutilla) se define como un género de plantas rastreras estoloníferas. Las variedades cultivadas para su comercialización generalmente son híbridos de distintas especies que han reemplazado casi universalmente a las silvestres como la eurosiática, fragaria vesca, por el superior tamaño de sus frutos. Además de sus cualidades gastronómicas, es popular por su agradable sabor, ligeramente agrio, suculento y fragante, añadido al atractivo que le confiere su color rojo brillante. La fresa posee diferentes y beneficiosas propiedades medicinales, tales como diuréticas, antirreumáticas, anticolesterol y un importante contenido de vitamina C, entre otras.
Cultivo en Mallorca
En Mallorca, el cultivo de la fresa o fresón fue introducido por el conocido músico y compositor, presidente de la Fundación ACA, Antoni Caimari, en el año 1973 en la finca de Son Tut de sa Pobla, de 150 cuartones de extensión. Y más tarde, también las cultivó en la finca Sa Canova.
La empresa explotadora y comercializadora FRESMA (Fesón Mallorquín) llegó a producir unos 150.000 kilos por cosecha, que distribuían directamente a hoteles y restaurantes a través de Mercapalma.
Pronto se unieron a aquella experiencia otros agricultores de sa Pobla como los hermanos Tomeu y Pep Crespí 'Cotxoroi', que más tarde operarían con el actual nombre de Frespi, y también Sebastià Torrandell 'Siulet', que llegarían a producciones importantes.
Poco a poco fue decayendo el cultivo de la fresa en Mallorca y actualmente solo son dos las firmas productoras y comercializadoras del apreciado fruto: Frespi en sa Pobla y Agroilla en Manacor. Antes del cultivo de la fresa en sa Pobla, en la isla solo se conocía el fresón salvaje que crecía en la finca Monnàber de la Serra de Tramuntana. Por su procedencia silvestre, la fresa también es denominada como fruta del bosque.
Las dos empresas productoras aplican diferentes sistemas de cultivo y dedican a sus cosechas un total de once hectáreas de terreno en sus fincas de sa Pobla y Manacor. Las dos explotaciones acumulan una producción que oscila entre las 450 y 500 toneladas anuales, dependiendo de los resultados, siempre sujetos a las condiciones metereológicas o a los ataques de las plagas.
La producción propia no es suficiente para abastecer la demanda del mercado insular, especialmente durante primavera y verano. Por este motivo, las dos firmas comercializan unas 120 toneladas de fruto importado de distintos puntos de procedencia, servidas por Mercabarna, que también suministra fresas a otras firmas comercializadoras de Mallorca.
Frespi y Agroilla
La productora y comercializadora de fresas Frespi es una empresa familiar que empezó su actividad en1975. En sus principios, los hermanos Crespí cultivaban considerables extensiones en distintas fincas de su propiedad que proporcionaban una importante producción anual.
Por diversas circunstancias, principalmente debido al elevado coste de producción, especialmente de la mano de obra, unido a la invasión del mercado de la isla por parte de otras zonas productoras, redujeron la producción por falta de rentabilidad hasta hacerla más sostenible. Actualmente toda la explotación se centra en las cuatro hectáreas de invernaderos que ocupan la finca de Can Capellí. En la empresa trabajan una quincena de empleados, en temporada alta, los meses de abril y mayo, en su totalidad inmigrantes magrebíes. Este año, durante el Ramadán, realizaron su jornada en horario nocturno.
Por su parte, a diferencia de Frespi, Agroilla es una firma líder en el sector hortofrutícola de las Illes Balears. Se dedica al cultivo de la fresa desde el año 2004, "realizando constantemente pruebas varietales y ensayos de diferentes sistemas de producción y manejo que nos permitan obtener un producto de calidad y procurando, a la vez, la eficiencia en nuestros sistemas de cultivo", informa la entidad, que tiene su domicilio social en Palma. Dedica un total de siete hectáreas al cultivo de la fresa, en las fincas de Can Mora y Son Boga de Manacor, registrando una producción media anual que ronda los 300.000 kilos, siendo sus variedades preferidas, las peninsulares Camarosa, Cristal y Albión.
