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El inventor, jubilado de 81 años, a diario sale a pasear con su perra Lola, ataviada con el curioso 'bikini' ECO CAN.Biel Capó

Excrementos de perro

Baldomero García patenta su ECO CAN

Es una cápsula dotada con una bolsa para la recogida de excrementos de perro, que automáticamente se abre cuando el animal se dispone a hacer sus necesidades

Baldomero García es un vendedor de la ONCE jubilado de 81 años, que trabajó durante 15 en Son Servera, pero antes de quedar ciego ejerció en Barcelona, como diseñador de ropa de alta costura. Pese a su ceguera, Baldomero no ha dejado nunca de utilizar su imaginación y creatividad.

Actualmente, jubilado y con la visión de un ojo algo recuperada, después de algunas intervenciones en la clínica Barraquer de Barcelona, sigue diseñando, ahora lo hace con productos útiles para la vida cotidiana.

Su última invención es el denominado ECO CAN, que ya ha patentado y ha fabricado un prototipo, a la espera de inversores, para poderlo sacar al mercado.

El ECO CAN es una cápsula dotada con una bolsa para la recogida de excrementos de perro, que de manera automática se abre cuando el animal se agacha para hacer sus necesidades, evitando que los excrementos se depositen fuera de la bolsa. Luego sólo cabe retirar la bolsa y depositarla en un lugar indicado para ello.

Con este invento, dice Baldomero que ha querido facilitar a los amos de canes que siempre recojan los excrementos de los animales y no los dejen en la vía publica, ya que actualmente son muchos los que aún siguen haciendo 'gala' de este incivismo.

El invento se acopla al perro, como si de un bikini se tratara. La fabricación con material de silicona hace que no suponga molestia ni cause daño al can.

La cápsula que contiene la bolsas para excrementos plegada, se abre con la fuerza que realiza el animal al agacharse para realizar su necesidades fisiológicas, al tiempo que también lo hace la correspondiente bolsa.

Baldomero hace unos años intentó patentar el invento en Barcelona, pero no lo consiguió, hasta que hace unos tres años lo intentó en Mallorca y desde entonces tiene registrada su patente.

Ahora, realizar una producción en serie para la salida del ECO CAN al mercado, le supone una inversión inicial de unos 30.000 euros para obtener sólo los moldes, y su maltrecha economía, sobre todo después de conseguir registrar la patente, no da para más.

Actualmente, está buscando quién quiera comprarle la patente, para poder sacar el producto al mercado. Aunque aclara que si no hay compradores para la patente seguirá fabricando el producto de manera artesanal y bajo demanda, aunque para ello tenga que buscar una persona que le ayude, debido a su falta de visión y a pesar de que el coste del apartado se encarecerá un poco más que si se fabricara en serie, donde el precio, en este caso, rondaría los 30 euros.

El invento también resultaría útil para los perros guía de los ciegos. Mientras tanto, diariamente, el inventor saldrá a pasear con su perra Lola, ataviada con el singular y llamativo 'bikini' del ECO CAN, para facilitar la recogida de sus escrementos.

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