Un centenar de personas participaron ayer por la tarde en el itinerario denominado Sa Llorençada, un aixecament manacorí, organizado por la Associació d’Amics de l’Escola de Mallorquí. Se trataba de recorrer los lugares más emblemáticos de los alborotos conocidos popularmente como sa Llorençada, es Rebombori o es Renou, que tuvieron lugar en Manacor la vigilia de Sant Llorenç de 1835.
En esa jornada de hace 181 años, se produjo un alzamiento carlista. Los antecedentes hay que buscarlos en las pintadas realizadas el 24 de julio en casas de 24 liberales manacorins. Éstas aparecieron ensuciadas con excrementos y firmadas con cruces. Por ello fueron detenidos algunos carlistas de la ciudad. Posteriormente, el 9 de agosto los carlistas se conjuraron para liberar a los presos y constituyeron una junta integrada por Martí Bonet, Josep Botelles, Joan Cerdà, Francesc Fàbregues, Jaume Jaume, Francesc Mas y Bartomeu Riera. Finalmente, proclamaron rey al pretendiente Carlos, como Carlos V, en Manacor, y fueron detenidos algunos liberales.
Al día siguiente, el alzamiento fue dominado e inmediatamente se inició la persecución contra los sublevados, uno de los cuales fue condenado a muerte.
Guiaron el itinerario de ayer la historiadora Margalida Rosselló y el investigador Joan Sansó. El grupo arrancó desde el Molí d’en Beió (sede de la Escola Municipal de Mallorquí) y transitó por los puntos clave de sa Llorençada: calle d’en Venturós (donde residían los Fàbregues), calle de Artà (donde llegaron los conjurados carlistas, reunidos en el Hort d’en Fullana), plaza de les Verdures (antaño hubo prisión y ayuntamiento) y el Convent, pues los dominicos prestaron su apoyo a la causa.
El libro de Gabriel Fuster Un alzamiento carlista en Mallorca profundiza en estos hechos históricos, al igual que la comunicación L’aixecament de 1835 com a fenomen contrarevolucionari, de Catalina Cañellas, presentada en las I Jornades d’Estudis Locals de Manacor, entre otras obras de diferentes autores.
