La cosecha tradicional de habas se produce en Mallorca los meses de marzo, abril y mayo, dependiendo de si se recolectan tiernas o ya granades. No obstante, en agosto se siembran, aunque menos, las llamadas faves calentes. Son habas de una variedad que fructifica ahora y que permite degustar los ricos bessons casi fuera de temporada. Ayer había vainas a la venta en algunos puestos del Dijous, como en el de Abdó Escanellas y Jerònima Rigo, payeses de Inca. Se vendían a seis euros el kilo. También es el tiempo de las coles de Bruselas (cuatro euros el kilo) y de las primeras pastanagues negres (a 1,20 el manojo), tan ricas para hacer un frito con hinojo y botifarrón.
Las costumbres han cambiado y lo que antes era una necesidad ahora es una atracción turística. El mercado del Dijous de Inca, como el de Sineu, se han convertido en algo artificial que en verano crece desmesuradamente y en invierno se aletarga para desespero de los vendedores asiduos. Pero además, los días de lluvia, como ayer, hacen que la desbandada sea mayor. Los más atrevidos montan pero se desaniman y luego pasa lo que ocurrió ayer en la plaza de España de Inca cuando, en contra de la ordenanza, algún mercader entró su furgoneta a las 12,30 para desmontar su puesto. En Inca la normativa indica que hasta las 13,30 horas no se pueden entrar vehículos en la zona de mercado; eso es para evitar riesgo de atropellos.