El ayuntamiento de Manacor se ha cansado de esperar y ha dado finalmente un puñetazo encima de la mesa. Reclama al Govern una línea de inversión de 150.000 euros para solventar los problemas del matadero municipal, y al Consell un permiso para que acepte la eliminación de los residuos peligrosos derivados de la matanza bovina en la incineradora de Son Reus.

Todo ello viene derivado de la negativa, por parte de la conselleria de Agricultura, de otorgar parte de los 360.000 euros de ayudas económicas ofrecidos por el Govern a los mataderos insulares, y que en el último momento se han ido íntegramente a la reapertura del de Palma, hace solo unas semanas.

"Durante el último medio año en que el de Palma ha estado cerrado, hemos asumido sin protestar el 100% de la matanza de bóvidos, el 60% de la de porcino y un 50% de la de ovino", señala el regidor de Medio Ambiente y Agricultura del Ayuntamiento, Bernat Amer. "De esta manera hemos solventado un grave problema tanto a los productores como a los consumidores de la isla, hecho que la Conselleria ni ha tenido en cuenta". El consistorio ha ido invirtiendo durante los últimos años "en la medida de nuestras posibilidades" en la mejora de unas instalaciones "que ahora necesitan una fuerte inversión para que funciones de forma correcta".