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Terrenos públicos servirán para impulsar el parque agrario de Palma.

Terrenos públicos servirán para impulsar el parque agrario de Palma

Zonas verdes de la UIB, Parc BIT, Can Angelí, Son Espases, el entorno de Son Reus Vell y el Molinar formarán parte de este proyecto que pretende recuperar la actividad agrícola en la ciudad y potenciar la economía circular de proximidad

El proyecto que pretende recuperar y preservar zonas de cultivo abandonadas de Palma para destinarlas a un gran parque agrario avanza. Para empezar, seis solares públicos permitirán impulsar esta iniciativa. Entre ellos se encuentran los que pertenecen al Govern como las zonas verdes de la UIB, el Parc BIT o el entorno de Son Espases o los terrenos de titularidad municipal como Can Angelí, Son Reus Vell o algunos solares de l’Horta del Molinar.

En estos momentos, la delimitación todavía no es definitiva y se está estudiando jurídicamente qué espacios de estas zonas pueden destinarse para autoconsumo o para uso productivo. En total este parque agrario incluye unas 7.500 hectáreas de terrenos situados en torno al Secar de la Real y la UIB, conocidos como Horta de Dalt, y la de Baix, que comprende el Pla de Sant Jordi al que se unirán áreas de Son Ferriol y Coll d’en Rabassa. De hecho, en la actualidad, Cort está redactando el Plan de Gestión de estas dos zonas de Ciutat junto a la conselleria de Agricultura, administración que también se ha implicado en este plan.

Tal como explica el director general de Urbanismo de Cort, Biel Horrach, durante las últimas décadas estas zonas agrícolas del término municipal se han ido degradando lo que ha llevado a la pérdida de cultivos. La iniciativa del parque agrario busca recuperarlas con el fin de evitar su futura urbanización o usos distintos al agrícola. «Este plan ayudará a fomentar la agricultura ecológica y la producción de kilómetro cero para diversificar la economía», explica Horrach. El objetivo de Cort es incluso llegar hasta las 8.500 hectáreas añadiendo terrenos de Marratxí y Bunyola a este pulmón verde de Ciutat.

De hecho, el nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) incorporará la figura de Parque Agrario en el que se incluirán «las tierras más fértiles» de Palma. Horrach asegura que se está estudiando el papel más adecuado para el parque agrario, si destinar su uso para ocio o como concesión para cultivar y explotar los terrenos.

En la zona norte de la ciudad, en el denominado Parc Agrari del Nord, que arranca en Son Espases y se extiende hasta la UIB, ya se han puesto en marcha experiencias piloto de recuperación de la actividad agraria con la mediación de Palma XXI, presidida por Maria Lluïsa Dubon. Esta asociación es una entidad de custodia agraria y ejerce de mediadora entre los propietarios de las tierras cedidas y los jóvenes agricultores que las trabajarán. En este plan piloto están implicados el Ayuntamiento, el Govern, la Universitat y Palma XXI junto a otras entidades. Dubon destaca que esta zona concentra las características ideales para poner en marcha este proyecto ya que existen muchas propiedades privadas, con una calidad de tierra notable y también públicas como las zonas verdes de la UIB, el Parc BIT, Can Angelí, Son Espases y son Reus Vell. Además dispone de agua de riego asegurada gracias a la Síquia d’en Baster, la Font de la Vila y la de Mestre Pere.

Terrenos públicos servirán para impulsar el parque agrario de Palma

La entidad Palma XXI está negociando con la conselleria de Salut el uso de los terrenos públicos situados entre el hospital de Son Espases y el Secar de la Real que están en buen estado de conservación y podrían emplearse para acciones de carácter social dentro del plan de parque agrario. Dubon manifiesta que el objetivo es elaborar un proyecto entre las diferentes administraciones para implicar a la sociedad en su conjunto y a los vecinos afectados de las zonas de Son Sardina, La Real o Son Espanyol, «con la recuperación del paisaje, los elementos patrimoniales y la cultura del agua».

De momento solo un propietario de Son Sardina ha ofrecido sus terrenos a unos jóvenes payeses para que los cuiden y Palma XXI está negociando con otros dos propietarios para su cesión.

De manera paralela al trabajo de Palma XXI y la UIB para llevar a cabo el plan piloto de parque agrario en la zona norte de Palma, la concejalía de Modelo de Ciudad revisa el Plan General para incluir el entorno del Pla de Sant Jordi en este proyecto, donde también se ha producido un progresivo abandono de las tierras en los últimos años. En esta zona, denominada parque agrario de Llevant, el ayuntamiento de Palma trabaja junto a la conselleria de Agricultura para definir el uso de varios solares públicos que se encuentran en l’Horta del Molinar, a lo largo del Torrent Gros y en los alrededores del camí Viquet, que se incluirían en el futuro parque agrario. El director general de Urbanismo, Biel Horrach, recuerda que la ley agraria de 2019 establece la categoría de zonas de alto valor agrario y primero hay que definir las categorías de todos los suelos disponibles en Palma para destinarlos al futuro parque.

La postura de los payeses

Frente a este proyecto de creación de un parque agrario, la patronal Asaja, que aglutina a unos 3.000 payeses en Mallorca, reclama que las administraciones públicas pacten los objetivos con el sector. El gerente, Joan Simonet, sostiene que hay que definir la viabilidad, la rentabilidad y el modelo de explotación que se quiere conseguir. Simonet va más allá y propone un estudio profundo para saber si es viable teniendo en cuenta una serie de variables como si dispone de red de caminos, de riego, facilitar la actividad complementaria en las explotaciones, la capacidad para vender la producción en Palma, si la zona está cultivada o hay disponibilidad de terrenos. En este sentido, mantiene que tanto la zona de Secar de la Real como la del Pla de Sant Jordi cuentan con una rentabilidad baja. Simonet recuerda que Palma dispone de una geografía variada y « las administraciones tienen que poner el máximo de herramientas disponibles y accesibilidad para que cada payés elija el modelo que se adapte mejor a sus necesidades con el fin de desarrollar cualquier actividad agraria y complementaria de manera rentable».

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