Grandes estructuras para futuras viviendas se levantan donde durante años solo ha habido solares abandonados. El próximo año estarán acabados algunos de los nuevos edificios en Nou Llevant. Es un paso más en la transformación de una zona que está llamada a ser el distrito tecnológico de Palma y de toda la isla y, además, será un exponente del nuevo modelo de ciudad, en el que convivan ciudadanos, empresas, administración y universidad. Al menos así lo conciben desde la UIB y el Ayuntamiento, que el pasado mes de julio firmaron un protocolo para impulsar su desarrollo. A este compromiso se sumarán en breve el Govern, al que ya se ha presentado el proyecto, y el Consell de Mallorca, anuncian desde Cort. Paralelamente, las empresas ya instaladas en la zona también están uniendo esfuerzos con la intención de lanzar una plataforma digital que permita conocer cómo será este distrito en un futuro cada vez más próximo.
Junto a las modernas viviendas, que aparte de comodidades incorporan medidas para ser lo más eficientes energéticamente, en el futuro distrito tecnológico de Nou Llevant convivirán laboratorios de diferentes especialidades de la UIB y habrá servicios de las distintas administraciones. Actualmente, el departamento de Modelo de Ciudad, dirigido por Neus Truyol, dispone de suelo público y está negociando para obtener más y ponerlo a disposición de la Universitat.
El inicio de todo
El distrito tecnológico es una idea que se gestó hace unos cinco años, de forma particular, por José Juan Novás, quien se define como ideólogo y promotor. Exdirector general de Hacienda y también de de TIC e Innovación, asesor de distintas entidades, con su experiencia, y por su propia inquietud, impulsó la Iniciativa Ciudadana Ramon Llull 2030 (RLL2030) en la que se enmarca este Distrito Urbano Compacto, Sostenible e Inteligente (DUCSI). Él contactó con la UIB y desde ese momento se implicó en el proyecto Jordi Llabrés, su vicerrector de Innovación y Relaciones Institucionales.
Novás también planteó su idea a la Cámara de Comercio, al Colegio de Arquitectos, a la Autoridad Portuaria y a la empresa Sampol, propietaria de la antigua fábrica de calzado Gorila, en La Soledat. Y fue sumando apoyos, hasta organizar jornadas específicas sobre RLL2030, en la que ya participaron las administraciones.
«Lógicamente, esto lo tenía que liderar el Ayuntamiento de Palma», comenta Novás sobre la iniciativa que ya ha hecho suya el área de Modelo de Ciudad de Cort. «Es un proyecto social, de transformación de ciudad, un concepto muy diferente. Es lo contrario a un polígono industrial», remarca el ideólogo. Para Novás, es crucial que la UIB se haya implicado para hacer realidad «un campus tecnológico en el que los chavales se puedan acercar y ver laboratorios».
Esa es la idea que también tiene muy clara el vicerrector Jordi Llabrés. «No se trata de tener un edificio en Nou Llevant, sino de estar rodeados de innovación. Queremos estar integrados en este tema», aclara sobre su implantación en este distrito tecnológico, que no implicará trasladar facultades a esta zona de Palma, sino crear nuevos espacios complementarios al campus. «Lo ideal sería tener bien conectados el ParcBit, pasando por la UIB, el centro, Nou Llevant y el aeropuerto, trazando una diagonal que pasaría por todos los centros de conocimiento», añade Llabrés.
«Nos encantaría que en la fábrica de Can Ribas se hubiera un fab lab, un laboratorio donde podrías juntar estudiantes, profesores y gente del barrio», propone Llabrés. «Y un laboratorio de ingeniería nos iría muy bien», añade sobre las distintas posibilidades de implantación de la UIB en la zona en desarrollo.
El Ayuntamiento de Palma, como responsable de los cambios urbanísticos en esta zona, ha contratado a Miquel Barceló, experto en desarrollo urbano innovador y presidente ejecutivo del distrito 22@ de Barcelona entre 2004 y 2007, modelo que parece guiar la transformación de Nou Llevant. Barceló ha declinado explicar el estudio sobre espacios de oportunidades que ya ha elaborado para Cort y con el que ya trabaja Modelo de Ciudad.
En este estudio, se plantea que el distrito tecnológico de Palma debería contar con empresas y servicios especializados en transición energética; en industria, en turismo y en industrias culturales y creativas. En todos esos campos, apunta Jordi Llabrés, la UIB tiene gente que podría trabajar en Nou Llevant.
Su implantación en este barrio depende de que el Ayuntamiento les facilite el espacio. El resto, ya será cuestión de encontrar financiación a través de fondos europeos o de la colaboración público-privada. «Nuestra idea es tener un buen proyecto que después presentaremos a todas las convocatorias que consideremos oportunas» añade sobre la financiación.
Nou Llevant será un ejemplo de ciudad compleja, allí donde en una misma manzana coexisten diferentes actividades: residencial, empresarial, administrativa y académica, explica la regidora Neus Truyol. En estos momentos, comenta, están trabajando para conseguir más suelo público utilizando las herramientas legales a su alcance con la revisión de la ordenación urbanística de Palma. Así, Truyol asegura que el Ayuntamiento podrá conseguir más metros cuadrados públicos, ya sea en solares o dentro de edificios sin tener que expropiar ni comprar.
«También las administraciones tienen que tener un espacio, sea un edificio o una planta, para tener una parte pública en el distrito de innovación», indica la edil.
Para la regidora, la transformación de Nou Llevant «es ilusionante, pero lleva comporta mucho trabajo». En unos meses, asegura, espera dar a conocer nuevos proyectos y su emplazamiento en espacios concretos. Promociones y empresas implantadas. Diferentes usos conviven en un mismo barrio 1 Primera fase de Gestilar F2 Promoción de Avantespacia F3 Caja de Música F4 Promoción de Xojay F5 Primera fase de Metrovacesa F6 Fundación Rafa Nadal 7 Can Ribas 8 Diario de Mallorca 9 Hotel Melià Palma Bay 10 Palacio de Congresos.