Las obras del colector darán trabajo, directo e indirecto, a unas 300 personas, tal como destacó ayer el alcalde, José Hila, durante una visita con el conseller de Medio Ambiente, Miquel Mir. La canalización que llegará hasta la depuradora del Coll d'en Rabassa empezará en la intersección de las Avenidas con General Ricardo Ortega, donde ahora hay un enorme agujero que obliga a desviar el tráfico. Desde este punto, una tuneladora atravesará el levante de la ciudad por el subsuelo para llegar al futuro tanque de laminación que se construirá junto a la planta de depuración. Según recordó Hila, con ambas infraestructuras se reducirán los vertidos al mar en un 90% en la cuenca del Baluard del Príncep y la playa de Can Pere Antoni. Las obras terminarán a finales de 2021 y suponen una inversión total de 22 millones de euros, sufragados por la conselleria de Medio Ambiente con el canon de saneamiento. Esta actuación se completará con la construcción de la nueva depuradora, ya que la actual está muy obsoleta y es insuficiente.