La concejalía de Salud del Ayuntamiento de Palma, de la que depende el servicio de control de plagas, da por dominada la población de mosquitos en la ciudad y no prevé realizar actuaciones extraordinarias a lo largo del otoño a no ser que cambien las condiciones climatológicas y se produzcan grandes acumulaciones de agua seguidas de temperaturas elevadas.

Según los datos proporcionados por este servicio municipal, a lo largo del pasado mes de septiembre se recibieron solo trece comunicaciones de presencia de mosquitos, frente a las 43 del mismo mes del año pasado o las 62 de 2017, año en el que sí fue necesario un tratamiento extraordinario para el control de la población de estos insectos, ya que el número de quejas recibidas este año en el mes de junio fue de 155, frente a las 19 de este mismo mes del actual ejercicio.

La escasa población de estos insectos en relación a años anteriores se explica, según fuentes municipales, por varios factores. Por un lado, el servicio de control de plagas realiza sistemáticamente tres tratamientos anuales de forma regular sobre las larvas de los mosquitos, lo que contribuye a que estas, con el buen tiempo, no eclosionen y se conviertan en adultos.

La disminución de la población también se relaciona con el cambio del producto de tratamiento. Si bien se utiliza la misma bacteria (Bacillus thuringiensis) que mata de forma selectiva las larvas de los mosquitos impidiendo que se conviertan en adultos, este se ha "encapsulado" de tal forma que su efectividad dura más tiempo.

Asimismo, la escasez de lluvias registradas tanto a lo largo de la pasada primavera como en los meses de verano, ha provocado que no se produzcan grandes acumulaciones de agua encharcada en zonas como el Pla de Sant Jordi, caldo de cultivo necesario para que la población de estos insectos se convierta en plaga.

En el caso del mosquito tigre, no obstante, el Ayuntamiento continúa con la campaña de concienciación con el fin de controlar su población, puesto que se trata de una especie que crece en pequeñas concentraciones de agua encharcada como los platos de las macetas de las casas.