Los vecinos de es Fortí van a conseguir en menos de un mes que dos de sus peticiones se lleven a cabo: la limpieza del torrente de sa Riera y que Cort cumpla su promesa de devolver su esplendor al edificio del velódromo de El Tirador. Biel Horrach, director general de Urbanismo, confirmó a este diario que el inmueble "ya es nuestro". Con la propiedad municipal del velódromo, "vamos a poder llevar a cabo el proceso de expropiación y sacar a los ocupas del Tirador".

Cort estaba inmerso en un proceso judicial de desahucio "muy complejo al haber muchos propietarios, y muchos de ellos sin localizar. Ahora, en este proceso de urgencia, se hará cargo el Ayuntamiento y en caso de aparecer los dueños, se les pagará la cantidad pero mientras tanto, estamos actuando. En julio concluyó el proceso y El Tirador ya es nuestro", relata Horrach.

En estos momentos se va a hacer efectiva la denuncia para poder desalojar a las personas que llevan años viviendo en el velódromo, de manera intermitente.

Por otro lado, este edificio, obra de Gaspar Bennazar, sigue sin catalogar. El Consell dio un plazo, que ya ha expirado, al Ayuntamiento. Biel Horrach aseguró que "está en manos de la arqueóloga municipal, Magdalena Riera", pero sigue sin concretar la fecha de su conclusión.

Mientras, los vecinos solo ven colchones tirados sobre las antiguas pistas del velódromo o escuchan ruidos por la noche. Salvador Maimó, portavoz de los vecinos, cuenta que "los han denunciado a la Policía Local", y explica que "en los alrededores se practica botellón".

El Tirador está encuadrado en el proyecto urbanístico del bosque del canódromo que en 2018 sirvió para un trabajo escolar de la mano de Ciudad Amiga de Unicef, que "trabajó con centros del barrio en el parque del velódromo, donde se sembraron árboles". Con todo, el proyecto está 'verde'. Horrach indica que "vamos a pedir ampliar el presupuesto a través de la ecotasa, porque ahora, al ser nuestro, podemos hacerlo".