Resuenan las motos y alcanzan el portal del Mirador, lleno de creyentes que con palmas y ramas de olivo se acercan al Palau Episcopal. Otros hacen gimnasia en el muro que da a ses Voltes. Un crucero aguarda en el puerto. Estampa de temporada. El verano se prepara. Hoy es día de inicio de la Semana Santa para los cristianos. El obispo de Mallorca Sebastià Taltavull recuerda la celebración del misterio Pascual antes de escenificar la entrada de Cristo en Jerusalén aclamada por el "pueblo llano" con las ramas del árbol milenario.

En el otro extremo, Conchi Navarro sigue vendiendo las palmas que toda su familia hace para toda España desde hace seis generaciones. La del Obispo es regalo de la madre Isabel Planiol que este Domingo sigue guardando cama en el hospital. De un euro hasta 60 euros las palmas trabajadas que alcanza los 3 metros.

Tras la lectura del Evangelio de san Lucas, el incensario aromatiza el ambiente del Palau Episcopal, se procede a la bendición que en esta ocasión se hace con una vara de olivo y no el tradicional hisopo.

El coro de niños de la Catedral entona los cantos. Los ramos y palmas bendecidas. Todos van al templo donde se oficia la solemne misa de la festividad religiosa del Domingo de Ramos. Entre los feligreses, hay numerosos turistas nacionales y extranjeros. Esta tarde se va a celebrar la procesión del Domingo de Ramos.