El conocido activista vecinal Manel Domènech encabeza la candidatura de Crida per Palma al Ayuntamiento junto a la joven profesora Laura Dorado en un nuevo partido "municipalista y rupturista" que aspira a "volver a ilusionar a la izquierda".
P ¿División en la izquierda?
R En absoluto. El problema es que los nuestros, los que se hacían llamar de izquierdas, han hecho políticas tibias o directamente de derechas. Nos han decepcionado, no nos sentimos representados.
P ¿Quieren aglutinar el voto de quienes dicen que se quedarán en el sofá el 26 de mayo?
R Exactamente. En las anteriores elecciones, la izquierda estaba movilizada y la derecha no. Ahora ocurre lo contrario debido a que las expectativas del Govern del Canvi no se han cumplido. Sin embargo, no podemos dejar en manos de las extremas derechas el gobierno de Ciutat, por lo que animamos a la gente progresista a ir a votar. El objetivo de nuestra candidatura es luchar contra la abstención y volver a ilusionar al electorado de izquierdas.
P También hay quien acudirá a las urnas tapándose la nariz.
R Aunque sea así, que vayan. Preferiría que votasen a Crida per Palma, pero si quieren votar a un partido del Pacto tapándose la nariz, que lo hagan. Lo básico es que no se queden en casa.
P ¿En qué han decepcionado?
R Este gobierno teóricamente por el cambio y de poco progreso se ha cerrado en los despachos y ha hecho políticas de espaldas a la gente. Nosotros queremos un pie en el Ayuntamiento y otro en la calle, hacer políticas desde los movimientos sociales, los barrios, las organizaciones ecologistas, de defensa de la vivienda, feministas y, en definitiva, con la gente. Nos presentamos como una opción para quienes quieren una ciudad más habitable, digna y limpia.
P Algo bueno habrán hecho.
R Naturalmente. No soy de los que critican todo. Por ejemplo, la recogida selectiva móvil. En mi barrio, Canamunt, ha sido muy positiva. Aunque siempre se dice que Palma está sucia, el problema no es que limpien poco, sino que ensuciamos mucho, por lo que las políticas deberían ir enfocadas en este sentido. A ello hay que añadir la suciedad provocada por las avalanchas de turistas.
P Una de sus prioridades es la lucha contra la masificación. ¿Es insuficiente la prohibición del alquiler turístico
R Sí. Tendría que ampliarse a las viviendas unifamiliares. Tenemos barrios como Son Espanyolet donde hay calles con varias casas que se han convertido en hoteles encubiertos. Además, aprueban una norma pero no ponen más inspectores para hacerla cumplir o acuden tras cuatro denuncias a Poble Espanyol Apartments y, como no hay nadie que conteste al timbre, archivan las denuncias. Eso sin contar la proliferación de hoteles en el centro, que ha sido tremenda. En Barcelona tardaron 15 días en aprobar una moratoria y aquí, dos años, por lo que los empresarios aprovecharon para presentar una licencia tras otra.
P ¿Qué hará Crida per Palma?
R Prohibir totalmente el alquiler turístico y la apertura de hoteles, e imponer más sanciones. No solo hay que pensar en la contención, sino apostar por el decrecimiento y la diversificación económica.
P ¿Y en materia de vivienda?
R Construir un parque público de pisos en alquiler, potenciar las cooperativas en cesión de uso y luchar contra los fondos buitre, bancos y el ministerio de Defensa, que acumulan viviendas o suelo disponible solo para especular.
P Dicen que su candidatura es rupturista. ¿Contra qué?
R Contra el fascismo, derribando sa Feixina, ya que no ha habido una voluntad política; y contra la monarquía, desahuciando de Marivent a Felipe VI.
