Vecinos de Son Banya afectados por los derribos se manifestarán mañana desde Cort hasta el Parlament para exigir al Ayuntamiento que paralice las demoliciones hasta que haya revisado las ayudas que concede a las familias del poblado gitano. En una reciente reunión, el alcalde, Antoni Noguera, afirmó que las subvenciones se mirarán "caso por caso", pero que los derribos continuarán.

"Es la primera vez en 50 años que están dispuestos a salir de Son Banya, por lo que el equipo de gobierno tiene que aprovechar la oportunidad y no castigarlos con las condiciones actuales", tal como ha manifestado esta mañana un portavoz de los residentes.

Ha detallado que son 18 familias y suman alrededor de 80 personas, de las que la mitad son niños, y se quedan sin subvenciones "pese a que no tienen bienes ni recursos económicos". Tal como ha recordado el representante de los afectados, uno de los requisitos para optar a las ayudas es "que no tengan un familiar pendiente de juicio.

Sin embargo, según la Constitución, todo el mundo es inocente hasta que se demuestre lo contrario y aquí los están condenando antes de juicio, no solo a los acusados, sino a toda la familia". La protesta comenzará a las 11 horas en la plaza de Cort y continuará por la calle Palau Reial hasta la sede del Parlament, donde los martes se celebra el pleno. Allí entregarán 1.200 firmas recogidas "para que se derribe el poblado pero no se deje a ninguna familia en la calle".