La Sindicatura de Cuentas ha dado un tirón de orejas al Ayuntamiento de Palma por su política de subvenciones durante el ejercicio 2014, bajo el mandato de Mateu Isern (PP).

En su informe correspondiente a 2014, en el que también ha fiscalizado convenios y contratos, la Sindicatura destaca que en materia de subvenciones la actividad "no se ha desarrollado, en los aspectos más significativos, de conformidad con el principio de legalidad".

La Sindicatura echa en falta un plan estretégico de subvenciones como herramienta básica de racionalización del gasto público. También constata que el pleno del Ayuntamiento no ha aprobado una ordenanza reguladora para la concesión de cada modalidad de subvención de acuerdo con la Ley General de Subvenciones (LGS).

El informe es tajante al afirmar que en ninguno de los expedientes analizados de subvenciones de convocatoria pública se ha seguido la tramitación exigida por ley, por lo que denuncia la "ausencia de un auténtico procedimiento de concurrencia competitiva".

En determinadas líenas de ayudas, la Sindicatura aprecia que "la falta de objetividad y la arbitrariedad en la valoración, en la determinación de la cuantía y en la concesión de las ayudas son reiteradas en los expedientes analizados".

En cuatro expedientes de otra línea de ayudas, se incumple la Ley General de Subvenciones al haber concedido un importe superior al límite máximo establecido en la convocatoria, menciona el texto.

Sobre los contratos y convenios, la Sindicatura considera que la actividad se ha desarrollado de conformidad con la ley.