Una pintada de grandes dimensiones ha aparecido en la azotea del edificio de Gesa, que este 2018 cumple diez años de abandono. El grafiti, realizado en coleres amarillo y azul, está localizado en la terraza superior de la fachada más cercana a la Costa del Gas, donde antiguamente se situaba el gran luminoso de la compañía eléctrica, hoy una colección de luces flourescentes rotas.

Aparentemente y por el estilo del grafismo, el autor de la pintada es el mismo que ya ha dejado huella en otras partes del inmueble protegido, en la esquina junto al auditorio, y también en la parte contraria, en el ángulo más bajo de la fachada que da al Palacio de Congresos.

Aunque la entrada principal está completamente cerrada y las plantas inferiores cerradas con una pared de hormigón que recorre las plantas inferiores de todo el muro cortina del edificio diseñado por el arquitecto José Ferragut, los años de abandono y degradación han provocado que okupas y grafiteros tengan cada vez más fácil acceso a los interiores, como insisten en demostrar con nuevas acciones vandálicas.

En virtud de una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de marzo de 2017, por la que se suspende la modificación del Plan General de 2008 que afectaba a la fachada marítima, la propiedad del edificio ha vuelto a pasar del Ayuntamiento de Palma a la compañía Endesa.

De esta forma, todos los planes municipales para recuperar el edificio se han visto aplazados de nuevo. El alcalde Antoni Noguera quería que Gesa fuera un centro que acogiera a creadores e industrias culturales.