Can Joan de s'Aigo ha inaugurado este miércoles por la tarde su tercer local, en el mismo lugar que durante décadas estuvo el Bar Triquet, en las avenidas. La familia Martorell, propietaria del negocio, y los doce trabajadores que atenderán en este establecimiento, han dado la bienvenida a los primeros clientes que ya hacían cola antes de las seis.

La reforma de este local en el protegido edificio de Gaspar Bennàzar ha buscado crear un ambiente acogedor. "Queremos que el cliente se sienta como en ca seva", ha explicado Leonor Vich Martorell, administradora de la propiedad, quien ha insistido en trasmitir el agradecimiento de toda la familia por la acogida que el proyecto ha tenido desde que se dio a conocer.

Con un letrero de bombillas y vidrios de Menestralia, el nuevo local mantiene cierto nexo con los otros dos, el de la calle Sanç y el de Baró de Santa Maria del Sepulcre, pero no es un clon ni lo pretende ser. "Can Joan de s'Aigo pone la mirada en el futuro y en el siglo XXI", ha comentado Leonor Vich.

Para garantizar que el trato sea el mismo que en los otros dos Can Joan de s'Aigo, este establecimiento contará entre sus empleados con algunos de los camareros veteranos en la empresa.

En la presentación del nuevo establecimiento también han participado Pere Joan Massanet Zuzama, gerente de la empresa, y la arquitecta Maria Antònia Alemany Gelabert, quien ha realizado el proyecto de reforma. "Queríamos mantener la esencia y la calidez de Can Joan de s'Aigo, no es totalmente igual, pero te lo recuerda", ha remarcado la arquitecta.

En las paredes se ha dejado visto el marés, al igual que las bóvedas del techo. El color blanco y rojo predominan, así como la madera. En el suelo, las baldosas siguen el mismo diseño de las antiguas del Bar Triquet, ha explidado Alemany.

Un mural del artista Joan Aguiló decora una pared del interior y representa la celebración por la apertura de este tercer establecimiento y la mirada hacia el futuro, con varios niños soplando las velas en una ensaimada.