El pasado domingo, tras un sábado pasado por agua, fueron muchos los que aprovecharon el buen tiempo para ir a la playa de Can Pere Antoni, incluso hubo quien no dudó en sumergirse en el agua. Había familias con niños. A escasos metros la arena sobre la que se tumbaban o jugaban era el lecho de plásticos, toallitas, ratas, incluso jeringuillas.

La situación no pasó desapercibida para, al menos dos vecinos, que denunciaron este lunes a la conselleria de Salud, ya que "el Ayuntamiento nos dijo que no era de su competencia", por permitir el baño o "no avisar" de que "en el mar se habían vertido restos fecales unas horas antes, y de que "la playa estaba llena de otros restos y basuras, y al menos seis jeringuillas". "Estoy preocupada por la salud pública y los riesgos a los que nos exponemos las personas que frecuentamos esta playa", añade en su queja esta usuaria de Can Pere Antoni.

Asimismo, en ambos casos se toparon con el muro de la Administración. Emaya les indicó que ellos solo limpiaban las papeleras. La Autoridad Portuaria les informó de que "por territorio era de su competencia pero no la limpieza", y que ésta les correspondía al Ayuntamiento.

La respuesta de Cort es que "la responsabilidad es del concesionario"; en el caso de la playa de Can Pere Antoni, es la empresa Marportsunbeach. Ésta lleva a cabo una limpieza diaria tras las reiteradas quejas de contaminación este último invierno por parte de plataformas ecologistas y de vecinos de la zona. Es la única. El resto de playas de Palma solo se limpian una vez a la semana en temporada baja, es decir, seis meses al año, de mayo a octubre. El calendario turístico es el que marca la limpieza de las playas de la ciudad. Llueva o no.

"Consideramos que el servicio de limpieza es aceptable. Hemos tenido avisos de situaciones puntuales de suciedad como las ocurridas tras las pasadas lluvias pero las playas no han estado abandonadas", indicó Josep Maria Rigo, de la regiduría de Ecología.

La presencia de jeringuillas es juzgada por Rigo como "un hecho localizado en esta zona"; solo que las agujas han llegado al lado de la salida del torrente de sa Riera como muestra una grabación de Mallorca Blue que denunció estos días la "alarmante" situación que vive la bahía de Palma con los vertidos fecales, de un lado, de gasóleo, de otro, y de plásticos y otros residuos, que llegan de los torrentes ante la "ausencia de limpieza".

Según Cort, "los últimos análisis hechos del agua de mar en la bahía de Palma, la calidad del agua es correcta". Ahora, tras las intensas lluvias de la pasada semana se han vuelto a analizar porque "hubo otro vertido".

En un par de días, la analítica dirá si el agua en el que se meterán los bañistas es apta o no, está libre de bacterias. En el Molinar, muchos residentes ya no se dan baños en el mar de su infancia.