El grupo municipal del PP en el Ayuntamiento de Palma ha presentado una proposición para que sea debatida en el próximo pleno en la que solicita la aprobación de una nueva ordenanza cívica, que sustituya a la anulada por los tribunales hace dos años, cuyo contenido sea consensuado con todos los grupos municipales.

La portavoz de este grupo municipal, Margalida Durán, y el concejal Javier Bonet explicaron que, con el fin de garantizar la seguridad pública y de facilitar la labor de la Policía Local, la nueva norma debería regular una seria de infracciones entre las que se incluyen el trile, el ofrecimiento de servicios sexuales, la venta ambulante ilegal, el botellón, acampar o dormir en la calle, además de los servicios no autorizados como el tarot, la videncia, los masajes, los taruajes y los aparcacoches, entre otros.