El informe aportado ayer por el gerente del IME pone prácticamente punto y final a la investigación sobre la presunta trama corrupta detectada alrededor del mantenimiento de las instalaciones deportivas de Palma. El juzgado esperaba con especial interés este informe, sobre todo porque se basaba en documentos que fueron intervenidos en la propia sede de la empresa Roig, que guardaba estos documentos sin ningún tipo de orden ni control. De hecho, las facturas fueron encontradas en un almacén completamente desordenadas.

El juez Penalva cree que el empresario Roig conseguía que le pagaran estas facturas infladas por la amistad que mantenía con el que era jefe del área de mantenimiento de la empresa municipal de deportes. Alberto Serna, que llegó a ingresar en prisión, era uno de los amigos que acompañó al empresario Roig a un viaje de diversión a Formentera, en el que también estuvo el diputado Alvaro Gijón.

Precisamente fue Serna, según se denunció en la investigación, quien cambió el modelo de control de los trabajos que realizaba la empresa encargada del mantenimiento. Los capataces firmaban albaranes de trabajos y compras de material en los que no se especificaba el precio.

La Policía detuvo también al anterior gerente del IME, no tanto porque se hubiera beneficiado económicamente del fraude, sino por su dejadez en el control que debía realizar sobre la empresa Roig. Esta empresa también está siendo investigada por el presunto amaño del contrato de la ORA de Palma.

El juez, una vez concluida la investigación, tiene previsto llevar a juicio a los responsables de este presunto fraude, para los que se pedirán elevadas penas de cárcel.