­Día de mercado exterior. La plaza de Pere Garau está llena de gente paseando o haciendo la compra. Un enorme perro de tela aparece acompañado por una caca gigante del mismo material, dos más pequeñas y un grupo de personas ataviadas con escobas y carteles en los que se puede leer: 'Cans sí, caques no' y 'Els fems tenen un lloc i els trastos un dia'. Más explícitos es imposible. Se trata del primer recorrido de Pere Guau, la mascota creada por el colectivo vecinal Flipau amb Pere Garau con el objetivo de concienciar a la población de este barrio sobre la necesidad de ser más cívicos.

El sábado fue "la presentación en sociedad" del perro-humano que pretende sacar los colores a los irrespetuosos, debido a que "el principal problema es la falta de educación y, si la ciudadanía no pone de su parte y colabora, no hay nada que hacer", como afirma una de las portavoces del colectivo, Joana Ferrà, equipada con una escoba y un pañuelo en la cabeza para no ensuciarse.

"No pedimos la luna"

Quieren que los propietarios de perros recojan los excrementos de sus mascotas, que los vecinos tiren la basura y el reciclaje en los contenedores destinados a ello y que quienes sacan trastos viejos a la calle para que sean retirados por los trabajadores de Emaya lo hagan cuando corresponde a este barrio, es decir, el domingo. "No pedimos la luna ni que los incívicos se pongan a barrer las calles, sino simplemente que no ensucien", destaca Macu Tomàs, quien también forma parte de Flipau amb Pere Garau.

Francisca García lleva desde los diez años residiendo en esta popular barriada de Palma y, cuando el sábado se topó con el peculiar grupo concienciador, alabó la iniciativa porque "es una vergüenza cómo están las calles, llenas de trastos, cacas de perro y porquería por todas partes". Critica que "hay gente guarra que escupe en el suelo e incluso hace pis" en la vía pública. Silvia Novak cuenta que también hay propietarios de perros que los dejan salir de casa a ellos solos para que hagan sus necesidades sin tener que pasearlos. "¿Así cómo van a recoger las cacas?", pregunta indignada.

Chinos, árabes y sijs

Al colectivo ciudadano se han sumado varios miembros de la comunidad china y pretenden animar también a los árabes y sijs porque la multiculturalidad de Pere Garau hace que necesiten trasladar el mensaje de civismo en diversas lenguas. "Cuando se inició la campaña para informar del nuevo sistema de recogida de trastos, nosotros preparamos carteles en chino y árabe, ya que son comunidades numerosas que viven aquí y deben seguir las mismas normas", como señala Tomàs. Flipau amb Pere Garau ha puesto un granito de arena para que la barriada pueda estar algún día reluciente.