Un José Hila emocionado acabó su primer discurso como alcalde, tras la toma de posesión, afirmando que va a ejercer el cargo durante los dos años pactados con Més y Som "con humildad, franqueza y lealtad" y afirmó que ayer "el corazón de Palma ha comenzado a latir con otro ritmo: ha comenzado el cambio".

Ante un auditorio en el que por primera vez no estaban presentes las primeras autoridades de Balears ni la delegada del Gobierno, Teresa Palmer, el socialista, José Hila, se comprometió a hacer política "no solo al servicio de los ciudadanos", sino a hacerla "con los ciudadanos y ciudadanas", porque "es el momento de la inteligencia colectiva, del cerebro social y de la participación para mejorar la ciudad".

Afirmó que las tres fuerzas políticas que han conformado el pacto de izquierdas en Cort, según el cual él dejará la alcaldía en junio de 2017 para que recoja la vara de mando Antoni Noguera, de Més, se han comprometido a trabajar para la transformación de la ciudad bajo las premisas de los valores tradicionales "de la igualdad, la libertad y la justicia social". A los que se añaden los nuevos del siglo XXI: "La participación, la transparencia y la convivencia respetuosa en la diversidad".

Insistió en que el PSOE, Més y Som "hemos forjado un gobierno sólido, solvente y, sobre todo, útil para la ciudadanía, que aún vive bajo los rigores de una gran crisis económica que no creó".

Rescate de las personas

Por ello, afirmó que "las bases de este gobierno de cambio en Palma pasan por la aplicación de medidas que prioricen el rescate de las personas, la creación de trabajo digno y con derechos, la cohesión social y la calidad de los servicios públicos".

Abogó porque el nuevo gobierno municipal "sea un referente de una nueva forma de hacer política, que incorpore imaginación y capacidad de priorizar los intereses generales y las necesidades de las clases medias y trabajadoras que han sido muy maltratadas en los últimos tiempos".

Para el nuevo alcalde "se ha acabado de hablar de políticos para hablar de políticas". Por ello, se comprometió "a escuchar a todo el mundo y, más especialmente, a aquellos que tienen más dificultades y no pueden alzar su voz", entre ellos a los más jóvenes, con los que reiteró su compromiso de trabajar para la erradicación de la pobreza infantil.

Tras afirmar que estará abierto a escuchar a todo el mundo y que estudiarán las propuestas que nazcan de la base de los movimientos ciudanos, se comprometió a ser el "alcalde de todos, tanto de los que me han votado y como de los que no".

También ofreció "la mano abierta" a la colaboración de los dos grupos de la oposición, en referencia al PP y Ciudadanos, y manifestó su deseo de que a partir de hoy "esta casa de todos" que es el Ayuntamiento "pueda ser un lugar de encuentro". Afirmó que el equipo de gobierno entiende la crítica ciudadana como algo "imprescindible de la acción política en democracia".

Antes de la toma de posesión de José Hila como nuevo alcalde de la ciudad se constituyó la Corporación municipal emanada de los resultados electorales del pasado 24 de junio.

El concejal electo del PP, Fernando Gilet, presente en el acto, no tomó posesión tras su renuncia al acta por motivos profesionales, por lo que fue sustituido por Guillermo Sánchez, quien ocupaba el puesto número 10 de la candidatura. No hubo sorpresas a la hora de la votación. De los cinco candidatos a alcalde posibles, se presentaron José Hila, del PSOE; Margalida Durán, del PP, y Josep Lluís Bauzá, de Ciudadanos.

Tal como estaba previsto en el acuerdo de gobernabilidad, José Hila sumó, a los seis votos de su partido, los cinco de Més y otros cinco de Som, sin titubeos a la hora de dar el nombre del socialista. Durán obtuvo los de los nueve concejales conservadores y Bauzá, de Ciudadanos, los cuatro de su partido. El ya exalcalde Mateo Isern entregó la vara de mando.