­“Es su turno, señores. Pónganse a jugar”. Parecían las palabras de un entrenador de fútbol, pero las dijo ayer el alcalde, Mateo Isern, para finalizar el último pleno de la legislatura. Las dirigió a los tres partidos del pacto que a partir del sábado marcarán el rumbo de la ciudad. Sin embargo, no fueron escuchadas por los concejales José Hila (PSOE) ni Toni Noguera (Més), los dos únicos regidores aún en la oposición municipal que faltaron a una sesión plenaria de trámite que duró escasos minutos. “¿Están reunidos?” “Qué aguda”, respondió sonriente la concejala de Més per Palma Neus Truyol, que ocupa el segundo puesto en la lista de Noguera.

Isern se acercó a saludarla y le dio un abrazo de despedida justo antes de que comenzase el pleno de Cort. También se aproximó a la portavoz del PSOE, Aina Calvo, y a otros regidores de la oposición antes sentarse por última vez en la silla del primer edil. “¿Podemos dar por aprobada el acta?” Tras las risas generalizadas, se dio por concluida la sesión.

A continuación, quiso expresar su agradecimiento y manifestó que se marcha del Ayuntamiento “con la extraordinaria satisfacción de haber sido el alcalde de todos los palmesanos”. Añadió que se va “con 28 amigos” -los 28 concejales del PP, PSOE y Més que ha habido durante esta legislatura- y animó a los próximos “a jugar”.

Fuera del pleno, en la antesala de alcaldía, Mateo Isern respondió a las preguntas de los periodistas, aunque no desveló nada sobre su futuro político: “Hoy mi futuro pasa por mi despacho y retomar mi vida privada. No sé qué deparará el futuro, aunque hace seis o siete meses que estoy preparando mi marcha y me voy con normalidad. Tengo ilusión por retomar mi vida privada”, aseguró.

Respecto a si le gustaría liderar el PP balear, incidió: “El único planteamiento que tengo es acabar este sábado, entregar la vara de mando al nuevo alcalde, empezar mis vacaciones y recuperar mi vida privada. Creánme que es lo único que hoy tengo decidido”.

“Una ciudad mejor”

Isern reconoció que durante su mandato ha habido “aciertos y equivocaciones. Muchas, tantas que no las podría decir”, aunque considera que deja “una ciudad mucho mejor que la que había hace cuatro años. Creo que hemos sido capaces de comenzar a introducir una nueva forma de hacer política, era uno de mis objetivos y creo que lo hemos conseguido. Espero que siga en el futuro”, dijo el político conservador.

También afirmó sobre su etapa al frente del Ayuntamiento que “ninguna otra circunstancia” de su vida le “marcará tanto ni será tan importante como esta”, un hecho que agradeció a los ciudadanos que le “dieron la oportunidad de ser alcalde”; a los regidores, tanto del equipo de gobierno como de la oposición; y a los funcionarios municipales.

De estos cuatro años se lleva “un sentimiento de satisfacción” y el saberse “querido por una parte muy importante de la ciudadanía, algo que no es sencillo”.