Podría parecer una performance pero no lo es. Ver jardines en los techos de vehículos no es un sueño alocado. El delirio posible es patente del paisajista y biólogo catalán Marc Grañén que a través de Ángel Pintos, gerente de una empresa de jardinería mallorquina, busca implantarlo en Palma. En algunos municipios catalanes ya funciona. Con el Ayuntamiento de Palma solo se han producido un par de contactos. Ahora habrá que retomar las conversaciones.

"Nos gustaría que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) se sensibilizara del bien que pueden producir al medio ambiente que algunos de sus autobuses plantasen jardines en su techo. Es un bien para la ciudad", indica Ángel Pintos.

Los jardines en movimiento de Grañén pueden instalarse en cualquier tipo de cubierta de vehículos y suelen plantar especies como el sedum que es muy resistente al sol y al agua y a la contaminación. Al capturar dióxido de carbono y liberar oxígeno son altamente recomendables en medios urbanos donde el calentamiento provoca el efecto isla calor.

La implantación de este sistema de jardines móviles en las ciudades reducen el gasto energético de los propios vehículos a través de la cubierta vegetal de 7 centímetros que funciona como aislante térmico que genera un gradiente de 4,5 grados de diferencia entre el exterior y el interior del vehículo, procurándole un ahorro en su consumo energético.

El peso de los jardines en el techo de los autobuses que provocaría un aumento de los gases contaminantes se compensan por la captación de CO 2 de la cubierta vegetal.

Grañén creó la empresa Phytokinetic que es la que comercializa este invento verde que busca aliviar el efecto invernadero que se está produciendo en las ciudades.

Pintos, que ha montado algunos jardines verticales y otros efectos florales en Calvià, entre otros trabajos municipales, apunta que estos jardines sobre ruedas no permiten que los vehículos sobrepasen los 100 kilómetros por hora.

En caso de que empresas de transporte públicas o privadas se convenzan de las bondades de ajardinar su flota ellos llevarían a cabo el diseño.

"Sería un buen ejemplo de sostenibilidad ecológica que Palma, destino turístico de miles de personas, daría. En países como Holanda, la idea de Phytokinetic está siendo muy bien acogida", expresa el jardinero Ángel Pintos.

El sistema es parecido al que usan los jardines verticales. "En Palma aún no ha cuajado, pero hay muchos clientes, sobre todo extranjeros, que nos los piden en sus casas", señala Pintos. Habrá qué ver cuánto tiempo tardamos en alfombrar de verde nuestros coches.