El ex coordinador técnico de Seguridad Ciudadana de Cort, Guillermo Mascaró, aseguró ayer a Diario de Mallorca que no presionó a los agentes que confeccionaron el atestado de su accidente para rebajar la gravedad de los hechos.

"No di ninguna instrucción a los policías. Hice todo lo que me pidieron. Ellos sabían quién era yo, pero se limitaron a hacer su trabajo y punto. Los agentes no eran mis amigos. No hubo trato de favor ni se rebajó la gravedad de lo que pasó", declaró.

Mascaró, que en el momento del accidente ocupaba un alto cargo político en el Ayuntamiento, afirma que no había bebido antes del siniestro. "No recuerdo si me hicieron la prueba de alcoholemia aquel día. Sé que la gente implicada en un accidente está obligada a hacer el test si los policías se lo requieren, pero yo no soy un experto en tráfico y no me sé el procedimiento", detalló el mando policial.

Mascaró también manifestó que él mismo llamó a la Policía Local para informar del siniestro, y reconoció que fue el causante. "Yo estaba preocupado porque no se hiciera nada raro que pudiera hacer sospechar a la gente", subrayó el alto cargo.

Actualmente, Mascaró ejerce de mayor de la Policía Local, aunque con un destino especial. Está adscrito a la jefatura y trabaja como asesor y hombre de confianza del concejal de Seguridad, Guillermo Navarro (PP).

Por su parte, el agente de la Policía Local que instruyó el atestado negó haber recibido órdenes para cambiar la gravedad del accidente: "No hubo en absoluto ningún trato de favor. No me atrevería a hacer nada que se salga de las normas, porque, así como están las cosas en la Policía, hay que ir alerta. No me pillaría los dedos", manifestó el funcionario.