Ses Enramades estaban al principio de la calle Aragón. Ocupaban lo que hoy es El Corte Inglés y antes fue ferretería Grimalt Blanch. Eran el reducto de reposo de quienes se dedicaban a abastecer la ciudad con los productos frescos del campo. Pagesos y traginers; sus mulos y sus caballos. Todos encontraban en estas modestas construcciones el cobijo en el que reponer fuerzas. Las fuerzas gastadas después de un viaje que había comenzado a primeras horas de la madrugada en cualquier pueblo de la isla. Las fuerzas necesarias para el camino de regreso.

Equinos, carros y conductores recorrían las polvorientas carreteras isleñas transportando patatas, coles o acelgas. Las bestias de tiro apenas necesitaban indicaciones porque conocían la ruta, cada bache y cada recodo. El humano podía viajar adormilado en el asiento, seguro de que no habría error.

Hoy Mallorca es una isla mínima que se cruza de punta a punta en una hora o menos. Las distancias han desaparecido. Por eso, cuando le explicamos a alguien de fuera que Alcúdia o Cala Rajada están muy lejos nos mira con ironía. Sin embargo, cuando el transporte de materiales y viajeros se hacía con carros y calesas, la escala era la de un minicontinente en el que pasar de la montaña al llano o del interior a la playa no ocurría de forma instantánea, se necesitaba un tiempo de transición. Como si se recorrieran largas distancias. Como si la variedad insular de la Serra o del Pla equivaliera a las distintas partes de un continente. Esta teoría la expuso el arquitecto Rafael Moneo en su defensa de una Mallorca más pausada para disfrutarla plenamente.

Cuando el pagés o el traginer llegaban a ses Enramades habían alcanzado una meta. Y si los tiempos eran convulsos, con salteadores de caminos y bandejats, habían llegado al final de una aventura peligrosa. En el porche de cada hostal, en los establos de la planta baja y en las habitaciones de la primera, bestias y humanos encontraban el reposo del guerrero.

Ses Enremades desaparecieron. Antes habían llegado el tren y los primeros camiones para sustituir a los carros.