Marcada por dos culturas opuestas, la alemana y la española, Martha Zein Sánchez arrebata conceptos del lenguaje escrito para meterlos en el mundo audiovisual. Ella se declara "narradora", fiel a la escuela del periodismo narrativo de Gabriel García Márquez o al de sus maestros, los periodistas Manolo Saco, Carles Estévez y Pedro Erquicia. Su escuela, más allá de nombres, está en sus primeros años acunados en la ciudad alemana de Lampertheim y en el Madrid de finales de los sesenta. Del frío al calor y de la oscuridad a la luz. Un tránsito de contrastes que ya no la abandonarían jamás.

Entre sus documentales destacan El camino de Moisés €premio especial del jurado Documenta-04€, Los campos de la muerte €mención especial en el Festival Internacional de Programas Audiovisuales Biarritz€, o 23F, se rompe el silencio €finalista en The New York Festival€, entre otros. De su obra escrita apuntar El islam sin velo, Irak, Afganistán e Irán: 40 respuestas al conflicto de Oriente Próximo, ambos junto a la politóloga Nazarin Amirian. Está a punto de salir del horno Irán, la revolución constante.

Llegó a Mallorca "porque quería aislarme" y aquí se quedó. Soñó que la recorría y la marcaba con un hilo que se convertía en capullo de seda. Aficionado a lo simbólico, Martha Zein interpreta su estar en la isla "como un renacimiento". Vive en la isla desde el 2004. Cuatro años antes montó su productora Producciones Orgánicas: una declaración de intenciones ya en el nombre.

A un tris de alcanzar el medio siglo, esta mujer vive la negra sombra de la industria que le de da de comer €la audiovisual€ con una inusitada esperanza. "El mundo audiovisual está transformándose a tanta velocidad que mi curiosidad vence a mi vértigo".

€¿Conviven bien el Zein con el Sánchez?

€Estoy marcada por ambas partes, y a los 4 años ya fui consciente. Recuerdo la dificultad de la integración desde pequeña. Acostumbrada a que me hablaran en alemán, al llegar a Madrid y cambiar de lengua me hago la sorda. Me situé en un espacio de duda que me vino de perlas para estar en mi mundo. Yo añoraba ese tono musical más oscuro que es el alemán. Ahora cuando voy a Alemania aparecen recuerdos. Entiendo desde niña que me puedo comunicar al margen de las palabras.

€¿Yo de mayor quiero ser documentalista?

€(Risas). Lo he visto después. Primero creo una imagen mental. Yo habito los paisajes que me invento como algo cotidiano. Eso ocurre también en mi manera de escribir.

€Unos han querido colonizar la isla, otros invadirla y usted coserla. ¿Por qué?

€Llegué a Mallorca porque quería aislarme y además aquí tenía buenos amigos. En aquel momento estaba escribiendo sobre la bajada del río Ebro. El agua está muy presente en mi vida. Tuve un sueño en el que camino por la isla enlazando mundos, camino por su costa y ese hilo que iba desmadejando se convierte en capullo de seda. Decidí recorrer la isla con un GPS y al cabo de un kilómetro dejar un capullo de seda. Hacía fotos de cada lugar. Después me enteré que el himno de Mallorca es La Balanguera que habla de una mujer que hila, que es una novia que habla con la muerte. ¡Cada vez que la escucho me pongo a llorar!

€¡Le van a dar la medalla de oro de la Comunitat! Usted estuvo en el equipo directivo de investigación en Antena 3 y, sin embargo, lo dejó. ¿Haría hoy lo mismo?

€Sin dudarlo. Dejé los salones de alfombra roja en el 2000. Al irse Carlos Estévez me quedé en el limbo. Yo no estaba hecha para vivir en las alfombras. Los informativos me parecían aburridos; hoy son horteras y no sé lo que es peor. Dejé la Antena 3 de Aznar y monté mi propia productora. Me desligué del mercado de los relatos de las grandes superficies.

€¿Heroicidad o suicidio apostar por una productora audiovisual en una tierra donde se apuesta poco menos que nada por esta industria?

€Ni una cosa ni otra. No monté una productora como un negocio. Tenía una necesidad: se me ocurrían historias audiovisuales y si quería que salieran tal como las imaginaba debía producirlas. Eso exigía un soporte fiscal, un modelo de producción.... Me puse a ello. El camino empezó en Madrid y sigue aquí. No tiene un trazado definido, irá donde yo vaya y tendrá la forma que necesiten mis narraciones. Eso significa que no me queda más remedio que seguir comprendiendo las reglas del juego para apropiármelas y así hacer reales mis sueños.... y hacer de la realidad un lugar habitable.

€Cierran teles, productoras. ¿Le ve futuro a las promesas de la Mallorca Film Comission?

€No sé qué me pasa con las promesas institucionales que no consigo retenerlas en la cabeza, o no las oigo o me resbalan... pero sí creo en la capacidad de trabajo y de compromiso de las personas, y al frente de este departamento de la administración pública trabaja un hombre inteligente y preparado, de modo que mientras yo me centro en mi camino y mis compañeras y compañeros del sector hacen lo propio, confío en que él pueda hacer cabalmente el suyo.

€El periodismo documental está en auge pero no en los canales habituales. Si es difícil vivir para éstos, ¿cómo se apañan las pequeñas productoras?

€Siendo más transparentes, imaginativas, equitativas, inquietas, honestas, flexibles, valientes... ¡Te podrás imaginar que al lado de estas cualificaciones, ser grande es lo de menos! (Risas). No tengo un manual de instrucciones, pero si miro mi agenda de hoy te diría que imagino que se trata de no dejar de hacer, de crear redes, de tener la mirada puesta en el horizonte más lejano, de esperar menos, agradecer más, moverme mucho, alegrarme por cada día en pie y cada idea nueva, multiplicar mi compromiso... ¡Y cruzar los dedos para que todo fluya y no se me pinche una rueda, por ejemplo! El mundo audiovisual está transformándose a tanta velocidad que mi curiosidad vence a mi vértigo. Esta es una de las claves de ´mi apaño´.

€Usted se presenta como "creadora", ¿en contra del periodismo?

€Creo en el periodismo de investigación y espero que vuelvan a aparecer esas grandes cabezas que pueden ejercer la profesión con libertad, esa libertad que hoy no la hay porque lo que hay es libertad neoliberal, o sea, nada. Creo que volverán los años 80. ¡Quiero que vuelvan!

€Periodismo y libertad, ¿dónde lo encuentra?

€En el profesional que lo hace desde dentro y saca perlas; en algunos blogs de viejos periodistas y en muchas redes de información compartidas, sobre todo en América Latina.

€Nostalgia del periodismo de los 80. ¿Quiénes fueron sus maestros?

€Manolo Saco, de El País; Carlos Estévez, en Antena 3 y Pedro Erquicia, en TVE. Y García Márquez.

€Es curioso que no mencione a ninguna mujer, usted que es especialista, según su currículum, en identidades de género.

€¡Cierto! La próxima será mujer y ¡más joven! Esta profesión nuestra es muy machirula... Y además no va a cambiar, y me da igual. Cuando el centro de poder se reduce se construyen microcentros. Es la historia de la periferia. Las mujeres no estamos en el centro del poder, y tampoco interesa estar en este modelo.

€Esta semana se presentó en Palma Les veus de les dones. ¿Qué es?

€Es un canal abierto de participación que ha ido creando una red donde construir un discurso propio y donde presentar las experiencias de las mujeres como experiencias de valor.