La asociación de vecinos de es Jonquet propone una solución al abandono desde hace décadas de los dos molinos de es Jonquet situados en el tramo oriental del barrio, en la zona marinera de la fachada marítima de Ciutat. Como "los diversos propietarios de estos inmuebles protegidos no tienen ninguna intención de rehabilitarlos", la entidad vecinal pide a Cort "que los expropie por partes, ya que están formados mayoritariamente por casetas añadidas" a las que no les afecta la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural).

La entidad vecinal solicitó una entrevista al alcalde, Mateo Isern, y al concejal de Urbanismo, Jesús Valls, poco después de tomar posesión de sus cargos y, como aún no han recibido respuesta, han tramitado otro encuentro de urgencia, ya que a principios de mes se desprendió una parte de la terraza porticada del molino de sa Garriguera. Este derrumbe no es el primero y a ello se añaden "incendios que se han producido más de una vez; la presencia de okupas, incluso una embarazada y niños viviendo allí; un caso de apuñalamiento en el recinto y, en general, una gran degradación y situaciones tercermundistas en plena primera línea de Palma, en el turístico paseo Marítimo", tal como recuerdan la presidenta de dicha asociación, Magdalena Moragues, y el vocal Toni Sorell.

Sin más excusas

Tras décadas de denuncias y la declaración de todo el barrio como zona BIC, los portavoces vecinales creen que "ya no hay más excusas para dejar que los molinos sigan abandonados, porque es un patrimonio único visitado por numerosos turistas, debido a que es lo primero que se encuentran cuando pasean por el Marítimo" procedentes de los cruceros que visitan Palma cada semana o de los hoteles de categoría de la ciudad.

Cort se ha comprometido por ahora a afianzar los molinos para evitar nuevos desprendimientos, aunque se opone a expropiar los inmuebles en su conjunto. Sin embargo, en es Jonquet existen dos molinos municipales que fueron expropiados en los años 80 y 90 para crear allí un pequeño museo, un centro sociocultural y la sede de la asociación vecinal, tal como recuerdan Moragues y Sorell. Por este motivo, opinan que el Ayuntamiento tendría que hacer lo mismo con los molinos de sa Garriguera y d´en Celos, que así se llaman las dos instalaciones que unidas formaban una conocida discoteca de los años 80.

El solar Mar y Tierra

Por otra parte, cuando la entidad vecinal de es Jonquet consiga reunirse con el primer edil y el concejal de Urbanismo, también les pedirán información sobre el estado del PERI (Plan Especial de Reforma Interior) del barrio, ya que este documento tiene que determinar cuál será el futuro del solar llamado Mar y Tierra, el que está situado en la primera línea de la zona occidental del barrio. En un principio estaba previsto construir allí bloques de pisos y un aparcamiento subterráneo. Tras la declaración BIC durante la anterior legislatura, Cort se comprometió a modificar todo el proyecto, por lo que los vecinos solicitan al equipo de gobierno que también "conserve el último talud natural que aún queda en la primera línea, que respete la antigua trama urbana de calles típicas y que dé continuidad a la tipología tradicional de las casas de es Jonquet".

La asociación concluye que "no se puede perder este valioso patrimonio, tanto por el bien de la ciudad como del turismo. Pese a que es Jonquet no es un barrio grande, es muy importante".