El PP obtendría la mayoría absoluta en el ayuntamiento de Palma con quince regidores si se cumplen los resultados de la encuesta efectuada por Gadeso durante el mes de abril, lo que llevaría a Mateu Isern a la alcaldía en su primer intento por hacerse con la vara de mando. En un escenario similar a los resultados que arrojaba la encuesta preelectoral de Gadeso con las previsiones para el Parlament, publicada por DIARIO de MALLORCA el pasado domingo, el sondeo refleja el pronosticado ascenso de los populares en estas elecciones que, con quince regidores, les llevaría a recuperar la mayoría absoluta de la que disfrutaban en la pasada legislatura en Cort.

Este triunfo, sin embargo, no procedería de un voto de castigo al PSOE, dado que las urnas también premian a los socialistas añadiendo un regidor más a los once que obtuvo hace cuatro años. El avance de populares y socialistas se debe al reparto de los dos representantes con los que contaba la extinta UM, cuyos antiguos votantes dan la espalda a los herederos de los uemitas, agrupados en Convergència per les Illes.

El partido que preside Josep Melià, con el ex popular Miquel Munar como candidato a la alcaldía, no logra representación en el Ayuntamiento, a lo que se suma el estancamiento en dos regidores para la coalición que lidera el PSM junto con IniciativaVerds y Entesa per Mallorca, que mantiene así la presencia municipal que obtuvo en 2007 el Bloc. Esquerra Unida (EU) y Esquerra Republicana (ERC), antiguos integrantes del Bloc junto con el PSM, no lograrían ningún regidor. La Lliga Regionalista impulsada por el expopular Jaume Font tampoco alcanzaría el 5 por ciento de los votos necesario para obtener representación en el ayuntamiento palmesano.

De este modo, el incremento del PSOE resultará insuficiente para evitar que Aina Calvo pierda la alcaldía, a pesar de las esperanzas puestas por los socialistas en Palma. La elevada fidelidad de voto del PP, muy superior a la que disfrutan los socialistas; la división del voto de la izquierda tras la defunción del Bloc y la desaparición de UM son elementos determinantes para consolidar el triunfo popular. A ellos se une como factor de gran relevancia el importante peso de los votantes indecisos, que afecta en especial al PSOE.

En el caso de que sólo acudieran a las urnas los ciudadanos que tienen ya decidido su voto, la victoria popular para los comicios en Palma sería aún más contundente, con 16 regidores para las filas del PP que dejarían a los socialistas con los once representantes con los que cuentan en la actualidad, al igual que la coalición PSM-IV-ExM se mantendría con dos regidores.

No obstante, a ese voto decidido hay que añadirle el de nuevos votantes, que será superior o inferior según aumente o disminuya la abstención y que, en todo caso, corrige el resultado que se produciría si sólo votaran los que no tienen dudas, aunque en la práctica el PP mantendría la mayoría absoluta si bien lo haría con un regidor menos.

El sondeo efectuado por Gadeso contempla como posibles escenarios los de un aumento o una caída de la abstención en un 5 por ciento. En ninguno de los dos casos, si se cumplen los resultados de la encuesta, se modificaría el resultado final en lo que se refiere al reparto de regidores entre los distintos partidos: quince para el PP, doce para el PSOE y dos para la coalición PSM-IV-ExM.

Lo que si cambiaría, en función de una mayor o menor abstención, es el porcentaje de voto que obtendría cada formación política. Al igual que ocurría en el caso del sondeo efectuado por Gadeso sobre posibles resultados en el Parlament, una mayor abstención beneficiaría en las urnas a los populares, mientras que el porcentaje de votos que lograrían los socialistas y la coalición nacionalista sería superior en la medida en que se frenara el abstencionismo. No obstante, la variación de porcentajes no sería excesiva.

Así, con una mayor abstención el PP obtendría entre un 43 y 44 por ciento de los votos, frente a un 42 o 43 por ciento en el caso contrario. El PSOE lograría un 36 o 37 por ciento de los votos si disminuyera la abstención y entre un 35 y un 36 por ciento si aumentara, mientras que el apoyo en las urnas a la coalición PSM-IV-ExM oscilaría entre el 6 y el 8 por ciento en cada caso.