El ayuntamiento de Palma dejará de ingresar el próximo año unos 9 millones de euros en concepto del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) por la decisión del actual equipo de gobierno de aplazar la aplicación de la revisión de los valores catastrales debido a la situación de crisis y para no cargar con más presión fiscal a los propietarios de inmuebles.

De hecho, según el teniente de alcalde de Hacienda, Andreu Alcover, el próximo año se prevé recaudar en concepto del IBI 77,5 millones, una cantidad ligeramente inferior a la que presupuestada en el actual ejercicio.

Si se hubieran aplicado los nuevos valores catastrales, que en conjunto y de media duplican a los actuales, los recibos de la contribución urbana que se habrían puesto al cobro el próximo año hubieran alcanzado la cifra de 86,6 millones.

La no aplicación de la revisión y la no modificación del tipo a aplicar por parte del Ayuntamiento a la hora de calcular el importe del recibo del IBI no quiere decir que la cantidad que se ponga al cobro el próximo año sea exactamente la misma.

Probablemente el recibo se incrementará un 2% como consecuencia de la "actualización" automática del catastro aprobada por el Gobierno estatal.

La alcaldesa, Aina Calvo, también puso de manifiesto el "esfuerzo" que ha hecho el Ayuntamiento con el fin de no incrementar la presión fiscal a los ciudadanos en una situación de crisis como la actual, ya que también se ha decidido "congelar" el próximo año todos los impuestos tasas y precios públicos municipales.

Los ingresos procedentes de la actividad de la construcción han experimentado una caída del 34%, según los datos aportados en la presentación del proyecto de presupuestos municipales para el próximo año. La previsión actual –que no se va a cumplir– suponía que se ingresarían 47 millones de Plusvalías, Impuesto de Construcciones y Obras y licencias urbanísticas.

Para el próximo año las previsiones se rebajan a 32 millones, lo que supone un decremento por este concepto de 16,1 millones. Según Alcover, probablemente cuando finalice el actual ejercicio se habrán ingresado "algo más de 25 millones". Se prevé que, a lo largo del próximo año, se produzca "un ligero repunte". El proyecto presupuestario aprobado ayer por la junta de gobierno suma 415 millones (un 13,3 menos) por lo que respecta a las cuentas propias del ayuntamiento. El consolidado, incluyendo las previsiones de las empresas municipales, organismos e institutos alcanza la cifra de 586 millones, un 14,14 menos que el del año pasado.

De hecho, estas cifras suponen, tal como pusieron de manifiesto la alcaldesa y el responsable de la hacienda municipal, Andreu Alcover, retroceder a las cantidades que se manejaban en 2007.

De los 41 millones de inversiones consignados en los presupuestos –hay que añadir otros 34,5 que procederán del segundo Plan E– destacan 3 millones para las viviendas del Camp Redó, 6 en proyectos de Infraestructuras, 4 para finalizar Blanquerna y 2 para la adquisición de nuevos autobuses.