Varios residentes de las fincas de pisos de la llamada calle del Jamón tienen sus casas a la venta porque no pueden soportar más el ruido que todas las noches provocan los bares, hoteles y turistas borrachos. En el número 13 de esta vía, cuyo nombre oficial es Pare Bartomeu Salvà, se venden cuatro de los diez apartamentos existentes, es decir, casi la mitad, y en la finca lindante están a la venta otros tres, según indican los vecinos. La presidenta de la comunidad de propietarios, que no vende su casa aunque la ha tenido que insonorizar, reconoce que "es imposible acabar con todos los locales de ocio nocturno, pero lo mínimo que deberían hacer es cumplir la ley".

Sobre el borrador de la nueva ordenanza contra el ruido, que será más permisiva que la actual, uno de los residentes afirma escéptico que "si ni siquiera cumplen la de ahora, para qué sirve una nueva". Sin embargo, el presidente de la asociación de vecinos de la Playa de Palma, Francisco Nogales, cree que "no se tiene que permitir ni un decibelio más".

Otro problema que padecen, tal como destaca un residente que no quiere dar su nombre por temor a represalias, es que las prostitutas y sus clientes se colocan en la cuesta de acceso al garaje de su finca y en cualquier lugar de la calle, por lo que causan numerosas "molestias, altercados y suciedad".

El temor de los vecinos se debe a que algunos denunciantes contra locales que provocan ruido se han encontrado con las ruedas de sus vehículos pinchadas y, en un caso, con una corona fúnebre, cuentan. "Sólo queremos estar tranquilos, poder llegar a nuestras viviendas sin pasar miedo y poder dormir sin sobresaltos", suplican.

La portavoz de la plataforma contra la delincuencia de la Playa de Palma, Ana Rodríguez, también destaca los robos que se producen. En líneas generales, resume que la temporada turística "empezó como todos los veranos, con prostitutas, vendedores ambulantes, ruidos y robos. Sin embargo, fue yendo a peor por la dejadez de la Policía, que provocó que los problemas se apoderaran de la calle".

Por este motivo, los integrantes de la plataforma se reunieron con los responsables policiales y, tal como ha detectado Rodríguez, "desde hace un par de días parece que están tomando cartas en el asunto". No lanza las campanas al vuelo, porque "la situación es tan insostenible que es difícil controlar todo cuando ya es tarde".

Sobre la venta de pisos a causa de los problemas del Balneario 6, la portavoz detalla que "desde que la zona está como está, muchos quieren vender su vivienda, pero cuando dices a posibles clientes que se encuentra en la Playa de Palma, nadie viene a verlas, por lo que los inmuebles han bajado de valor un montón".

No obstante, tanto ella como el presidente vecinal tienen una gran esperanza en que la remodelación de la zona turística impulsada por las administraciones públicas sea un hecho y acabe para siempre con la actual degradación.