"¿Llevamos años esperando para esto?", clamaba una de las vecinas del edificio en la calle Ciutat de Querétaro, 1, de los más afectados por la renuncia de la constructora Pavimentos Quimipres Balear S.L. que no ha podido afrontar los gastos de rehabilitación de los primeros cinco edificios subvencionados dentro del ARI del Llevant y la Soledat.

Hace tres meses se iniciaron unas obras cuya súbita interrupción ha dejado un andamio abandonado, peligro inminente en esta barriada poco segura. "No podemos abrir las ventanas, han dejado todas las escalas de accesos instaladas", comentaba. Entre las faenas dejadas a medias, la impermeabilización del terrado, ahora convertido en un lodazal de alquitrán que ya ha comenzado a dar las primeras humedades a los pisos superiores. Los residentes han visto impotentes retirar los enseres de las subcontratas de la empresa, porque la constructora no les pagaba. "El Ibavi no nos ha dado ninguna explicación", aseguraban. Los vecinos se muestran muy disgustados ante esta situación que esperan que se corregirá en breve, aunque creen que desde la Administración deberían haber informado mejor. No en vano, aunque el proyecto esté subvencionado, cuenta también con la colaboración de cada piso, que debe aportar 600 euros en este barrio donde muchos pasan dificultades económicas.

En el edificio anexo, de la calle Caracas, 5, cuatro vallas rodean su fachada. Hace cinco meses se desprendía hormigón a la calle que por suerte no causó ningún daño. La pintura desconchada, sus ajados revestimientos, tónica en los bloques de este barrio que ahora tienen que esperar de nuevo.