Hace seis meses abrió, junto a dos artistas más, un sitio llamado Espai obert. Aunque por su estética parezca un museo, es en realidad un taller de trabajo ubicado en la calle Sant Pere 20, en el antiguo barrio de pescadores.

-¿Cómo es su relación con los vecinos?

-Viene siendo todo un descubrimiento; por ejemplo, un pescador ya retirado me regaló hace poco una langosta disecada, y tal vez la transforme en una obra de arte.

-¿En qué consiste su trabajo?

-Básicamente, hago cuadros o esculturas con papel, que es tan antiguo como la humanidad (pensemos en los papiros), y que está ligado a nuestra evolución.

-¿Cualquier tipo de papel?

-No, es uno especial que me envían desde Alemania, adonde me fui a vivir hace 30 años desde mi Asturias natal. Ahora vivo un poco aquí y un poco allí.

-¿Qué es exactamente Espai obert?

-Muchos me preguntan si esto es un museo y no, es un taller, un sitio de trabajo. La gente puede venir, mirar y opinar.