El verano cambia la ciudad. Aparecen nuevos valores, elementos que transforman las percepciones más habituales. Por eso es el momento adecuado para disfrutar de la zona que tradicionalmente se conoce como Dalt Murada.

La extensión que se extiende desde ses Voltes hasta el final de las Avingudes es una antigua plataforma militar, convertida en paseo. No es una geografía tan concurrida como por ejemplo el Passeig Marítim, que atrae a todo tipo de público para disfrutar de la brisa y el mar. Dalt Murada sigue siendo un lugar algo solitario, y nos recuerda la época en que Palma era una ciudad amurallada por completo. Y las murallas servían de paseo para los sacerdotes de misal, los matrimonios calmosos, las parejas de novios, los soldados...

Los únicos que siguen allí son los novios. Aprovechan los banquitos de piedra, se recogen junto a los antiguos garitones. Permanecen arrobados, en un abrazo silencioso, ante la visión de la Seo y la bahía.

Dalt Murada tiene vista y goza de oraje. Es un enorme decorado con la mejor arquitectura gótica por un lado, y la silueta acogedora de sa Calatrava por otro. Los jardines del Parc de la Mar allá abajo. Al fondo esas persianas del cielo que conforme cae la tarde van desplegando sus gamas de azules viejos, rosados, oros, morados.

No es extraño que Gelabert pintara aquí algunos de sus mejores cuadros. Porque además de la estética en sí misma, flota un sentimiento muy especial en este lugar. Una soledad amplia, un ensanchamiento del alma, una sensación de ciudad. Porque desde las paredes de la muralla se otea todavía la lontananza con aquel sentido de intramuros que duró tantos siglos. Se siente la existencia de la frontera, el núcleo y el exterior. Y el sentimiento de ciudad es una emoción profundamente humana, que llevamos casi impresa en nuestros genes culturales.

El verano es la mejor temporada para disfrutar de Dalt Murada. Sobre todo a esa hora tardía del atardecer, cuando Palma se despereza y se llena de lucecitas. Sólo unos cuantos aprovechan este teatro magnífico de luces, monumentos y distancias. Ciudad vieja.