Uno de los edificios emblemáticos de la ciudad, como es Can Alomar, situado en el Born y que hace esquina con la calle de Sant Feliu, se está deteriorando a cada día que pasa. Parcialmente abandonado desde años, las huellas de su constante degradación se observa mayoritariamente en su parte trasera, visible desde la calle Estanco. Las humedades están haciendo mella en su interior y exterior, a través de mancha que se están extendiendo por sus paredes.

Situada en pleno paseo del Born, Can Alomar fue exponente de la pujanza de una burguesía mallorquina pujante, hace algo más de un siglo.

Por una serie de circunstancias, la propiedad actual de Can Alomar no parece querer solucionar la actual situación del edificio, en estos momentos, muy lamentable. Y entre tanto, Cort no dice ni pío.