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En primer plano un joven Joan Lacomba y su compañero Toni Martínez de fondoArxiu A. Mnez. Mascaró. 1958.

Joan Lacomba

Trabajador de la utopía. Trabajó los últimos años la pintura caída al azar, como la vida. Creando nuevos mundos donde todo era posible. La suavidad en las formas ratificaban, una y otra vez, su firme apuesta de tolerancia. Creador de utopías más cercanas a los perfiles cotidianos que a lo mágico. Calificado por la crítica de artista de personalidad desbordante, de virtuosa técnica. Trazó su personalísimo camino con los años, entre lo bello y lo siniestro ofreciendo una luz nueva. La suya. Como individuo, como persona. Esa luz la repartió a doquier, artista multidisciplinar. Por donde pasó removió a los jóvenes en sus asientos, los motivó y en algunos casos incluso les enseñó a vivir un poco mejor.

Su vida había sido marcada por la guerra civil, pero sobre todo por la trágica y accidental muerte de su progenitor. Este hecho nunca definió su carácter ni inhibió su generosidad y simpatía, positivismo y coraje ante todo. Este creador de utopías en sus cuadros dio al mundo un aire de transparencia hasta poder llegar a observar la palpitación de los cuerpos.

Joan Lacomba era «l’avi» de Son Espanyolet aunque los últimos años viviese en Selva. Nacido en nuestro barrio, este hermoso tramo de la ciudad hace cien años inundado de casitas de trabajadores y feudo del voto republicano y federal, hoy ya camino de albergar alguna base militar de la Nato. Joan vivió, como muchos, marcado por la maldita guerra. Un tío suyo fue fusilado y su padre represaliado. Ha trabajado como socio fundador de Memòria Històrica de Mallorca. Este artista polifacético se había formado, por libre, en Bellas Artes examinándose en Barcelona

Memoria viva de Son Espanyolet y gran referente,como se recuerda estos días, de un alumnado que hoy va de los 30 a los 55 años. Su labor como docente, como maestro, viene de lejos y de muy diversos campos. Exalumnos, conocidos y amistades coinciden en el contagio de su entusiasmo y mirada positiva sobre las cosas. Delineante (un gran dibujante), profesor de arte y director de Teatro o compañero en el difícil campo de la recuperación de las víctimas, todos coinciden. Las personas que hemos tenido la suerte de conocer a Lacomba hemos sido premiados con su optimismo y buen rollo, su contagioso positivismo sin límites ante cualquier adversidad.

En la foto, finales de los años cincuenta, su compañero Toni Martínez de fondo y en primer plano un joven Joan Lacomba delineante en su mesa de trabajo. Despacho del arquitecto Alcover en la antigua sede de la Costa de Sant Domingo. Dibujante, pintor, escultor… un humanista que impartió clases en el Joan Alcover y Guillem Sagrera de Palma y en el Berenguer d’Anoia de Inca. En la foto el jovencísimo artista tiene 23 años y ya se perfilaba como educador y comunicador excepcional, un auténtico activista para los jóvenes que han tenido la suerte de trabajar a su lado. Una de sus alumnas de teatro en «Xicarandana» define y compara sus clases como «el primer beso o una puesta de sol desde la Trapa». Estos días no se vierte el elogio fácil, se admira al hombre que hasta el final ha trabajado con pasión, hasta el último minuto en todo aquello que le ha apasionado sin abandonar en ningún momento.Su arte solo eclipsado por la gran persona. Improvisada y triste unanimidad la de esta semana.

Los miércoles bajabas a tu querida calle Porto donde recibías amistades o conseguías reuniones imposibles. Un cuadrado mamotreto con piscina por montera y ruido hasta las cuantas sombrea tu jardín donde habita el granado y las hierbas aromáticas, anidan los mirlos o descansan las Sylvias en el mismo corral y el mismo trozo de tierra que te vieron nacer. Un artista hecho a sí mismo, un trabajador del arte en todas sus disciplinas. Esperemos que el consistorio reúna fuerzas y no sucumba del todo a la nueva dominación vandálica. Que algún año el ruiseñor vuelva a cantar en el Barranc de Son Espanyolet, por las noches como antes, muy cerca de una de tus últimas obras más bellas. Gracias por todo, Joan Lacomba, tu vida, ya es memoria contra la muerte.

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