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Escrito sin red

Ramón Aguiló

TVE entrevista a Sánchez

la entrevista del lunes al presidente del gobierno hecha por TVE apenas despejó dudas sobre lo que nos espera a lo largo de los próximos cuatro años. La primera respuesta de Sánchez a los vídeos donde aseguraba cuál era el máximo escollo para un acuerdo entre PSOE y Unidas Podemos y de las serias discrepancias entre ambas formaciones sobre la cuestión de Cataluña, evidenciaba la muy relativa fiabilidad con la que deben tomarse sus declaraciones. Dijo que la realidad está por delante de los deseos. Lo cual supone, en primer lugar, que sus promesas electorales no son tales sino expresión de sus deseos; en segundo lugar, que sus deseos están fuera de la realidad. En realidad, ni promesas ni deseos, sólo engaños.

Preguntado sobre las declaraciones de Iglesias sobre la "humillación" de la justicia española por la justicia europea, aseguró respaldar al vicepresidente segundo, asegurando que como gobierno respetan la libertad de expresión. No se ve muy claro qué pueda significar la libertad de expresión de cada ministro de un órgano colegiado tras las enfáticas declaraciones invocando pluralidad de voces y una sola palabra. ¿Ha sido, pues, humillada la justicia española?

Al ser interpelado sobre la entrevista anunciada con Torra y qué había cambiado desde que hace dos meses la había condicionado a condenar la violencia, a solidarizarse con las fuerzas de seguridad y al diálogo con los no independentistas, respondió que Cataluña está más calmada y al acuerdo con ERC. Aseguró que la solución vendría del diálogo de los catalanes en el Parlament y entre los gobiernos de Cataluña y el Estado. Reiteró la necesidad (requerida por los independentistas) de desjudicializar el conflicto, que supone la creación de espacios de consenso a través del diálogo. Olvida que el diálogo requerido por el independentismo ha sido siempre sobre la forma de realizar un referéndum de autodeterminación. Desjudicializar es significante por lo menos controvertido. Mientras existan leyes a los que estén sujetos los políticos el término es pura retórica dialoguista. A no ser que se pretenda un imposible: que los políticos no estén sujetos a las leyes. Sólo ocurre en las dictaduras. Se exculpa en el tema catalán y económico con la herencia recibida del PP, sin que este partido aporte su solidaridad al actual gobierno. La cadena de herencias no tiene fin; Rajoy se justificaba en la herencia de Zapatero en economía y en el Estatut pactado entre éste y Mas. Por ese camino de no asunción de responsabilidades podemos remontarnos a los Reyes Católicos.

Atribuyó la fuerte crítica del PP al temperamento de sus dirigentes; no saben perder. Curiosa interpretación. No es posible darla por buena sin recordar el vídeo de los dóberman de Almunia y a la confidencia de Zapatero a Gabilondo en las elecciones de 2008: “hay que mantener la tensión”. Sólo se explica la reiteración en la bronca en el legado reverdecido por Zapatero de la Guerra Civil que, frente a los conjurados de la Transición, ha vuelto a dividir a la sociedad española dibujando bandos incapaces de trabar acuerdos transversales, convirtiendo a los adversarios en enemigos. Abundó Sánchez en la crítica a la oposición a raíz del llamado pin parental: “Es un problema inventado por la extrema derecha, que arrastra al PP”. Celaá afirma en rueda de prensa que los niños no son propiedad de los padres. De acuerdo, pero tampoco lo son del Estado, como en Esparta o en el tercer Reich, como en todo Estado totalitario; y cuando el que tenemos (Consell Insular, jueces, Govern de les Illes Balears) asume su custodia, los resultados pueden ser catastróficos, como ha demostrado el escándalo de la prostitución de adolescentes acogidas en centros de menores del IMAS.

Dio la callada por respuesta a la pregunta de cómo afrontar el incremento de gasto social (pensiones, 2% a funcionarios) y el recorte requerido por la UE (7.600 millones) si no se iban a recaudar más de 5.000 millones por el incremento de la fiscalidad. Sólo afirmó que antes de que finalizara el verano se tendrían los presupuestos aprobados. Al ser preguntado sobre la derogación de la reforma laboral, respondió que sólo se derogarían los aspectos más lesivos de la misma. Sin embargo el documento del pacto firmado entre PSOE y UP dice exactamente que se procedería a la derogación de la reforma laboral y, con carácter urgente, a la derogación de los más lesivos. O sea, o bien no recuerda lo pactado, o bien se desvincula también con lo firmado hace un mes. Apostó por la competitividad basada en la calidad y no en los salarios, donde se pretende en cuatro años conseguir que el salario mínimo alcance el 60% del salario medio, y, para ello aludió a la inversión. Sobre la privada es difícil aventurarla sin poder ofrecer un marco de estabilidad en el tiempo; sobre la pública no parece que los números den.

En suma, la entrevista, en lugar de aclararnos lo que va a pasar en la legislatura, nos deja con la impresión de que no depende de Sánchez, el césar formal, el que va a gobernar como si fuera jefe del Estado a través de su valido Iván Redondo, el nuevo conde-duque de Olivares, sino del voto del PNV, ERC y, quizá, de Bildu. No sabemos adónde nos quiere llevar; ni él lo sabe; y ya nos recordó Séneca que no hay viento propicio par quien no se dirige a ningún puerto.

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