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11 N: Más de lo mismo

No olvidemos el porqué de la repetición electoral: el bloqueo, la imposibilidad de investir un presidente y formar un gobierno estable y capaz de hacer frente a los graves problemas estructurales de índole socioeconómica y política. Se requería entonces, y continúa requiriéndose ahora, voluntad consensuada para afrontar las consecuencias de la desaceleración económica (no recesión) que puede afectar al empleo y a nuestra calidad de vida y de bienestar. Y habrá que afrontar asuntos de naturaleza política entre otros, el obsoleto Estado de las Autonomías, incluyendo el todavía vigente sistema de financiación; sin pasar por alto el mal llamado conflicto catalán que ha alcanzado límites insostenibles.

Los resultados de las elecciones de ayer, ¿posibilitan desbloquear la situación con la elección de un presidente de Gobierno, aunque sea por minoría simple, y a su vez formar un gobierno, monocolor o de coalición, que permita una mayoría parlamentaria necesaria ir tomando acuerdos legislativos para hacer frente a nuestros retos políticos y socio-económicos? Posible es, probable menos.

Describamos los resultados electorales de España, los nuestros los dejamos para una próxima ocasión. La participación del 71%, pesar de haber caído cuatro puntos respecto al 28A, no es negativa considerando las malas condiciones metereológicas, el cansancio y hartazgo ciudadano. La izquierda baja en número de diputados, mientras la derecha sube; pero ninguno de los dos bloques alcanza la mayoría absoluta. Por partidos el PSOE continúa siendo el más votados con 120 escaños pero pierde tres diputados respecto a 28A. Unidas Podemos con 35 diputados sufre un descenso significativo. Más País con 3 escaños obtiene unos malos resultados muy por debajo de sus objetivos. En el ámbito de la derecha el PP con 85 diputados obtiene buenos resultados en relación al 28A; Vox con 52 escaños dobla sus resultados anteriores y se convierte en la tercera fuerza política; Ciudadanos con 10 diputados se pega un gran batacazo. Habrá ocasión de analizar tales resultados en profundidad, sus causas y sus consecuencias.

Hoy, 11N, veamos sus posibles consecuencias para la estabilidad y gobernabilidad. Primera: Es imposible gobernar en solitario tanto para la derecha como para la izquierda. Segunda: en consecuencia es previsible que haya que formar un Gobierno minoritario que pueda garantizar la estabilidad y la gobernabilidad.

Sánchez puede obtener la investidura de presidente en una segunda vuelta con mayoría simple (mas síes que noes) con los votos positivos de PSOE, Unidas Podemos, y Más País; con la abstención de parte de los partidos nacionalistas; y con el voto negativo de la derecha. Pero tal investidura no tiene por qué garantizar un gobierno estable. Un gobierno monocolor socialista con apoyos externos es muy poco probable sin el beneplácito de Unidas Podemos, y un gobierno de coalición PSOE / Unidas Podemos / Más País no contará con el plácet del PSOE si el documento programático pactado no vincula sus objetivos, tiempos y maneras, especialmente en el caso del conflicto catalán, donde Encomú Podem es partidario de un referéndum de autodeterminación. Habría que superar el fracaso anterior modificando actitudes y desconfianzas, no convirtiendo la negociación en un juego de tronos.

Vistas las posibles dificultades prolongadas ad kalendas grecas,se insinúan otros caminos para evitar unas nuevas elecciones: la gran coalición PSOE + PP. Pero España no es Alemania, ni el PP la CDU, ni el PSOE el SPD. Y además, habría que modificar actitudes y desconfianzas, no convirtiendo la negociación en un juego de tronos.

Vistas las posibles dificultades prolongadas hay quienes ya insinúan, si en un tiempo prudencial no se llega a formar Gobierno y el sistema político entrara en crisis profunda, la posibilidad de formar un mayoría PSOE-PP no excluyente, coadiuvados por la UE, con un gobierno formado por el partido más votado, los socialistas, liderado por Sánchez, en base a un pacto de Estado que incluya los principales retos tales como presupuesto, pensiones, reforma laboral, financiación autonómica (€). No resultaría fácil pero...

Donde se intuyen dificultades casi insuperables es en el conflicto catalán que, nos guste o no, es de naturaleza política. Lo que requiere es tomar iniciativas políticas en el contexto de la Constitución y de un estatut catalán revisable. Difícil, cuasi imposible, para la derecha española que ha apoyado la iniciativa de Vox de ilegalizar todos los partidos soberanistas. Además, el PP propone aplicar la Ley de Seguridad Nacional , Ciudadanos el 155, y Vox anular el Estado de las Autonomías.

¿Serán conscientes los partidos y sus dirigentes de que ni España, ni sus ciudadanos ni ciudadanas, podemos permitirnos ni más de lo mismo ni unas nuevas elecciones?

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