En política, la familia es lo primero. Recuerden a la ya exconsellera Patricia Gómez, nombrando nada más llegar a su compañero Juli Fuster (84 mil euros) al frente del IB-Salut, en otro ejemplo de la sociedad patriarcal que obliga a las mujeres a ceder los mejores sueldos a hombres. Sin abandonar el núcleo familiar socialista, envejecer significa que empiecen a gobernar las hijas de las mujeres que tanto nos mandaron ayer.
En efecto, hablamos de Ainhoa Barajas Nájera, quizás la única candidata que incluye sus dos apellidos en los carteles electorales, con el objetivo claramente compensatorio de neutralizar los linajes. La líder de uno de los millones de listas municipales de Calvià explota el árbol genealógico, y quién se lo podría reprochar. Votasteis a la madre, votaréis a la hija. Como de costumbre, la exizquierda también queda por detrás de la derecha en cuanto a la protección de la familia. Habrá que demostrarlo.
La incombustible Mabel Cabrer es la número diez al Parlament por el PP. La superviviente Lady Metro dirige la campaña, como ya hiciera para James Matas en la década pasada. En el número trece de la misma candidatura nos encontramos con Antonio Vera Alemany, asimismo alto cargo del PP. O mucho me equivoco, o ambos mantienen el vínculo más estrecho imaginable con Bartolomé Vera Cabrer, número quince al ayuntamiento de Andratx. También por los populares, en la misma lista de Jaume Porsell (2) y Catalina Porsell (12). La familia que se presenta unida.
Más ágapes familiares. Después de su mitin multitudinario del jueves, Pedro Sánchez comió con Francina Armengol y su delfina Rosario Sánchez en el hotel Jaime III del Paseo Mallorca y de Antonio Horrach Moyá, allí presente. Mientras la familia socialista departía en el reservado, hasta 28 miembros del equipo de seguridad del presidente consumían el menú, sin separarse de sus pinganillos. Todo ello en la aristocrática zona donde se busca arduamente a los 25 votantes de Podemos.
Linda Allsop es una pionera, al haber sido indemnizada por un hotelero mallorquín. Usted se ha preguntado a menudo por qué abundan los hoteles con la misma denominación genérica, y ligeros añadidos como Park o Club. La ciudadana británica comprobó que el hotel Valent (nombre ficticio) que había contratado se hallaba prácticamente sobre la arena. Sin embargo, la desviaron al hotel Valent Park (nombre semificticio), situado en el lado equivocado de la carretera.
Por desgracia para los hoteleros, los consumidores defraudados por los medios de masas se asocian hoy en cabeceras activistas como Which? Así que la ciudadana británica denunció por publicidad engañosa. Recibió una indemnización simbólica, y en los anuncios se corrigió la ubicación en "situado a unos metros de la playa". Por supuesto, y tratándose de Mallorca, pronto se recuperó la promoción original.
Los empleados de una importante empresa pública me consultan si los dos directivos de su ente que se entregan a la pasión, en las dependencias oficiales, deben descontar la hora y cincuenta minutos del tiempo fichado y religiosamente abonado por los ciudadanos. Siempre apostaremos por el amor, y entendemos que ninguna persona sensata se emparejaría con un ejecutivo autonómico, lo cual conduce a la endogamia. Pero en ocasiones es aconsejable solventar la concupiscencia en privado. Las paredes oyen, y conste que estamos salvando dos vidas. O tres.
En mi viaje anual a Suiza con propósitos inconfesables, aceleré los trámites bancarios para desplazarme a la Fundación Beyeler de Basilea. Hasta hoy mismo, Mallorca ha sido protagonista en la ciudad gracias a la exhibición del gouache y acuarela Jeune femme de l'Île de Majorque, pintada en 1905 por el veinteañero protagonista de la exhibición "El joven Picasso, azul y rosa". Vean Casi imposible, una versión de Pretty President, aunque yo solo tuve ojos para Charlize Theron (43).
Reflexión dominical centenaria: "Ciempiés es un fake".