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Antonio Tarabini

Entrebancs

Antonio Tarabini

Elucubraciones electorales desde las derechas

En estos momentos de vértigo, en el momento de formar mayorías que garanticen la estabilidad y la gobernabilidad, es difícil adivinar dónde se detendrá el carrusel. Pero lo cierto es que se han incrementado el número de actores políticos y que los pactos serán inevitables, también en la derecha. Hoy vivimos y convivimos en una sociedad compleja y de cambio. Y nuestra realidad política es muy distinta a la vivida hace escasas legislaturas.

El Partido Popular ha sido hegemónico en el Parlament balear y en el Govern excepto en tres legislaturas, 1999-2003, 2007-2011 y la actual. Pero el bipartidismo, compartiendo de manera desigual el poder hegemónico, ha pasado a mejor vida desde el momento que aparece con voluntad de quedarse y de competir con el PP otras fuerzas políticas en la derecha, Actúa-Vox y principalmente Ciudadanos. Ya en las anteriores elecciones el PP, aún siendo el partido más votado, perdió el poder hegemónico, debido en gran parte (no sólo) a la mala gestión e imagen de su entonces líder y expresident, J. R. Bauzá.

Los partidos de derechas tienen que dar respuesta a una sociedad balear cosmopolita, cambiante, abierta al mundo, sin por ello renegar de sus raíces y a lo nostro. Los ciudadanos de estas islas están abiertos a planteamientos y modos de vivir y convivir plurales. Sus valores no están "enjaulados" en principios y normas inamovibles. Desde tal perspectiva la derecha más conservadora, que tiende a considerar que el poder político forma parte de su patrimonio, no parece disfrutar de unas perspectivas excesivamente halagüeñas. Los ciudadanos/as optan por opciones más transversales en la gestión de sus vidas.

Pero la nueva dirección nacional de los populares ha optado por una estrategia de rompe y rasga, compitiendo con Ciudadanos el liderazgo de la derecha. En Balears el PP como mínimo tiene que intentar recuperar los votos que perdió con Bauzá. Es posible, pero no fácil. Con escaso poder institucional su papel durante la legislatura ha sido gris. Su oposición, especialmente en el Parlament, ha sido "dura y correosa", acudiendo a los tópicos clásicos, pero con escasas propuestas alternativas. La dirección interna del partido ha sido renovada con un nuevo líder y candidato a la presidencia de la comunidad, desconociéndose hasta ahora su equipo y los candidatos a las demás instituciones. De momento el candidato Company se ha hecho con la batuta de su grupo parlamentario, pero ahora tiene que modular la orquesta, además de mantener una actitud dura con el Govern. Se supone que como partido con vocación de gobierno deberá hacer propuestas operativas y alternativas a las distintas realidades que configuran el quehacer de los ciudadanos.

Y entramos en la casuística. También en Balears es prácticamente imposible que PP o Cs por separado obtengan mayoría absoluta. Los populares tendrán que competir con Ciudadanos, y viceversa. Ciudadanos muy probablemente obtendrán unos resultados sensiblemente mejores a los de 2015. Pero, ¿hasta dónde? Hay quienes piensan que, a pesar de unos buenos resultados, no darán el sorpasso a los populares. Y hay otros que opinan que pueden superar al PP. El ring del combate parece estar circunscrito a una defensa a ultranza de asuntos identitarios, de un hiperliberalismo económico, de valores conservadores, suma y sigue. En cualquier caso, sea más votado el PP o Cs, la suma de sus escaños ¿puede significar una mayoría absoluta en el Parlament y en consecuencia un gobierno PP/Cs? Posible sí, pero improbable. También en la derecha-derecha se ubica Actúa-Vox parte significativa de cuyos votos, aunque no obtenga representación en las principales instituciones, procederán de los caladeros más conservadores de los populares. Y en el centro- derecha, en una cierta transversalidad, se sitúa El Pi como competidor especialmente en la part forana, y que ha alzado su vuelo a Menorca e Ibiza.

Y, como en el caso de las izquierdas, El Pi puede tener la llave de la gobernabilidad también con las derechas. En el caso de que la suma de escaños PP/Cs fuera la opción más votada, aún sin obtener la mayoría absoluta, los parlamentarios de El Pi podrían optar por formar parte de una nueva mayoría parlamentaria (PP+Cs+Pi) participando, o no, en el gobierno. Tal opción parece muy improbable vista la "experiencia" nefasta de UM. Pero El Pi también podría abstenerse y posibilitar un gobierno en minoría PP/Cs, quizás a cambio (o no) del Consell Insular de Mallorca. Esta opción es más posible. El futuro no está escrito. Por suerte, esta es la grandeza de la democracia, está en manos de los ciudadanos y ciudadanas.

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