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Engallamiento

Rita Barberá y Celia Villalobos se han engallado ante los periodistas para hacer frente a las acusaciones de corrupción contra el Partido Popular que, como es natural, transitan por el sistema mediático a consecuencia de la sobreabundancia de episodios indecentes que están hastiando a toda la opinión pública y que pueden terminar de deteriorar el PP si quienes son responsables políticos de esta degradación no salen por pies de sus cargos institucionales y permiten a las nuevas generaciones tomar el timón del partido. Villalobos, deslenguda y procaz como siempre, se ha quejado de que sólo salgan a la relucir las corrupciones del PP y no las de las otras formaciones, como si fuera comparable el lodazal del todavía partido del gobierno con el de sus antagonistas ideológicos. Barberá, por su parte, se ha tomado a broma que se hable de operaciones de blanqueo de mil euros por persona, como si con esta minucia se pudiera sostener un partido? A todas luces estas dos veteranas dirigentes no se han percatado del grado de indignación que experimentamos las víctimas del latrocinio generalizado, ni son conscientes del daño que hacen a su formación política con estos gestos arrogantes.

Lo estimulante en este caso es que, por fin, algunos líderes jóvenes del PP, Maroto y Casado en concreto, no han podido callarse e incluso han contradicho abiertamente a Rajoy en la comprensión de éste hacia la exalcaldesa de Valencia. Ese pequeño cisma acredita al menos que la ceguera va por barrios en el PP y que de un momento a otro puede producirse el estallido que termine de una vez con este espectáculo denigrante.

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