Las citas de 'First Dates' nos han mostrado de todo en estos últimos años. Cantantes frustrados, bailes sensuales, zascas a diestro y siniestro o diferencias ideológicas han copado el menú de las noches de Cuatro. Sin embargo, lo que se vivió en la cita entre Álex y Sandra fue más allá, porque a nadie le gusta que lo dejen plantado.

Es lo que le ha sucedido a la joven, que desde el primer momento se mostraba incómoda por la poca palabra que tenía su cita. La química había ido en contra desde un primer momento porque a ninguno de los dos le ha gustado el otro.

Lo que nadie esperaba es que cuando Sandra acudía al baño (donde ha aprovechado a decirle a su madre que la cita no iba bien), el soltero protagonizara una espantada in extremis. "Nos conocemos de hace diez minutos, no le va a importar", le explicaba a su salida a la camarera del programa de Carlos Sobera.

Al regresar a la mesa, Sandra se ha llevado la sorpresa y al borde de la lágrima ha explicado que nunca la habían dejado tirada así en una cita y que, aunque los dos supieran que no se gustaban, tendría que haberse quedado por educación o haberse despedido. La soltera se ha quedado helada y después muy disgustada por la mala educación de Álex.