El restaurante más romántico de la televisión ha vuelto a recibir a una variada selección de comensales en busca de su alma gemela. En esta ocasión, Cuatro emitia en First Dates a Pablo, un estudiante de historia de 20 años procedente de Guadalajara, llegó al establecimiento luciendo su mejor atuendo, consciente de que la velada era especial. Aunque nunca había tenido pareja, se consideraba un hombre romántico y detallista, buscando una compañera interesante, apasionada por la política y el cine.
Su cita, Kesia, una estudiante de 18 años, se describía como "simpática, educada y respetuosa". Buscaba a un chico inteligente, alto y tradicional. Sin embargo, al ver a Pablo, a pesar de que cumplía con ciertas características, ella experimentó una gran decepción, mientras que él la describía como un "pibón del neoclasicismo, una figura esbelta y elegante". A pesar de reconocer su atractivo, Kesia afirmó que no era de su interés.
Este es el curioso requisito que debía tener su cita
Pablo destacó la ventaja de ser de la misma Comunidad Autónoma, ya que ambos podrían utilizar la misma tarjeta sanitaria en sus respectivas ciudades. Explicó que este aspecto era crucial, "'La tarjeta sanitaria es un punto importante porque si me pongo malo en Toledo puedo ir al hospital. Me paso en otra comunidad y me tuvieron horas esperando".
Así terminó el encuentro
''Tiene algunas cosas de abuelo'', declaraba Kesia, que momentos después llamaba ''soso'' sin tapujos al soltero. ''Soy un aburrido solo hablo de geopolítica'', comentaba él. Por ello, en la decisión final, la soltera rechazaba a Pablo.
