Los tornos dan vueltas en las tradicionales ollerías de Pòrtol y ahora también en el escaparate de la emblemática La Industrial. La juguetería más antigua de Ciutat se ha aliado con la alfarería más longeva, Can Vent –que data al menos del año 1700–, para rendir homenaje a todos los artesanos del barro, los que transforman una masa informe de tierra y agua en las vasijas y greixoneres que tantos platos llenan en Navidad. Ayer fue el primer día en que se pudo admirar el mostrador del comercio del Pas d’en Quint y no había paseante que no detuviese sus pasos para observar la nueva recreación anual ideada por las hermanas Aguiló, con la ayuda inestimable de familia, amigos, Can Vent y el ceramista Pep Serra, que ha hecho los siurells.