En un giro inesperado, Miquel Ensenyat ha destapado probablemente el mayor escándalo de la política mallorquina. Según el presidente del Consell Inmobiliario de Mallorca, hay militantes del GOB que tienen carnet de conducir, lo cual les hace sospechosos del uso de autopistas. Ensenyat añadió que "no me extrañaría que también comieran carne", una perspectiva demasiado horrorosa para contemplarla.