La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
Un acto de dignidad ante Rosa Baño y Ramon Fuster
Pere Joan Oliver
La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
Un acto de dignidad ante Rosa Baño y Ramon Fuster
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La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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Un acto de dignidad ante Rosa Baño y Ramon Fuster
Pere Joan Oliver
La emoción impidió a Mateu Fuster decir todo lo que tenía preparado para el homenaje a su abuelo, Ramon Fuster Valls, y a su pareja, Juana Baño Morales, ambos asesinados por milicias fascistas en 1936 y a los que ayer el Govern reconoció públicamente como víctimas del franquismo. Fue en el Muro de la Memoria, en el cementerio de Palma, donde la familia de Juana le había dado sepultura el pasado sábado en estricta intimidad y donde se sabe que está enterrado Ramon.
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